1 de mayo de 2009

QUE NO NOS PARALICE EL GOBIERNO, EL EJÉRCITO O LA INFLUENZA!


Pedro Echeverría V.

1. El presidente de la Organización Médica Colegial de España, Juan José Rodríguez Sendín reconoce que es un problema grave la influenza de México; pero está totalmente en contra de comentarios o informaciones que tilda "desafortunadas" y que provocan alarma social. "Me parece mal asunto que un representante de la Organización Mundial de la Salud compare la "gripe española" que se produjo en 1918, que acabó con la vida de entre 50 y 100 millones de personas de todo el mundo, con la gripe porcina. Es necesario tener claro que los medios en esa época no son los que tenemos ahora… hoy en día nuestras sociedades son muy sensibles ante situaciones extraordinarias de este tipo. Aunque quepa la posibilidad, no tiene por qué ocurrir una pandemia si dan resultado las medidas de prevención que se están llevando a cabo”.

2. Como ha señalado el doctor Rodríguez, no tiene porque angustiarnos y paralizarnos una epidemia que, según se ha demostrado, es totalmente controlable por los avances sociales o médicos actuales. Basta que se observen las medidas de prevención necesarias para que en unas semanas veamos que se aleje, tal como sucedió con la llamada “gripe aviar”. No debe olvidarse que “la peor de las epidemias es el miedo”. ¿O es que existen malvadas intenciones de contaminar a la población mexicana con el temor y el terror de tal manera que se vea más atada a los sectores dominantes civiles y religiosos? Por ahora es muy difícil adelantar juicios acerca de la forma política en que se ha manejado esta crisis, pero las dudas no se han dejado de expresar sobre todo por aquellos que son permanentemente críticos.

3. Gigantescas dudas hacia el gobierno derechista mexicano han surgido
a partir de que el 90 por ciento del tiempo de la radio y la televisión ha sido ocupado por la llamada epidemia de la influenza. “Para que no hayan contagios de la enfermedad” se han cerrado las escuelas y universidades, los restaurantes, cines y todo tipo de actividades que produzcan aglomeraciones; incluso a los burócratas del gobierno (“que no se hagan trabajo esencial”) se les ha mandado al hogar pidiéndoles que mejor nadie salga de su casa y que mejor hagan vida familiar. Mediante la ideología del miedo o del terror el gobierno logró que incluso se suspendan cientos de marchas programadas así como asambleas y reuniones políticas.

4. De tantas versiones y teorías sobre el crecimiento de la epidemia
influenza, de tantas informaciones contradictorias que parecen esconder cosas y resaltar las convenientes, parecería que la terrible “teoría de rumor” (con el fin de producir terror) comienza a abrirse paso. La gente comienza a repetir con sus propias construcciones las diversas y hasta contradictorias barbaridades que le parece escuchar por la televisión. Ahora la TV se parece más que nunca a la popular “caja idiota” que no sabe limpiar las noticias, pues sólo reproduce, y hasta tergiversa a su favor, lo que escucha. ¿Cómo puede lograr la TV más audiencia sino mediante noticias sensacionalistas? La “teoría del rumor” es muy peligrosa porque a través de la historia ha producido muchas tragedias entre la población que las ha asumido en serio.

5. Sectores populares, sobre todo los de izquierda, tienen (con justificada razón) muchas dudas. En los últimos tres meses se han incrementado las protestas contra el ejército que está a punto de establecer un Estado de sitio en el país; el descontento contra las visitas de Obama, la Clinton, la Napolitano y la amenaza que significa la puesta en marcha del llamado Plan México; las protestas contra la militarización yanqui de la frontera norte, así como por los graves problemas del país que cada día se agudizan más: rápido incremento del desempleo, salarios de hambre para el 60 por ciento de la población, devaluación del peso respecto al dólar, etcétera. ¿Por qué la coincidencia de esta “epidemia” con las marchas de maestros, mineros y el 1 de mayo programadas?

6. Durante dos o tres días me han paralizado los medios de información que durante 24 horas sólo se han dedicado a propagar dos asuntos. Las noticias repetitivas sobre la famosa epidemia (la influenza) y la gran propaganda del instituto electoral (IFE) que lleva más de un mes llamando a votar. ¿Quién puede confiar en los informes sobre la epidemia de un gobierno (de por sí mentiroso) que ha llevado a la paralización del país? ¿Quién puede hacer caso a la derrochadora campaña en radio y TV llamando al voto cuando el pueblo está hasta el gorro de esa propaganda? He preferido desconectarme de los medios para no escuchar sandeces que me tienen asqueado de lo mismo. ¿Pero sobre qué opinar si se han escondido noticias y la gente sólo piensa en la epidemia?

7. Es evidente que la búsqueda por imponer un régimen
militar/policiaco en México ha avanzado en los últimos años, en particular en estas semanas, con la aprobación del espionaje telefónico, las revisiones de documentos de la Internet y la probable aprobación de la reglamentación de las manifestaciones de protesta en las calles. ¿Puede entonces tenerse confianza a un gobierno y a los medios de información a su servicio, que se han pasado todo el tiempo engañando a la población? De peores cosas se han valido los gobiernos para justificar represiones o para desviar rumbos de aconteceres que podrían ser peligrosos para la clase dominante. Los gobiernos yanquis han sido especialistas para producir “realidades” que luego requieran –como si fuera una necesidad- sus intervenciones.

8. Por todo ello no debemos permitir que, por ningún motivo, nos
paralicen. Las marchas por el 1 de mayo, las luchas de los mineros, las batallas de los electricistas del SME, las protestas y plantones de la CNTE, las luchas por la libertad de los presos de Atenco y presos políticos, la consolidación de la APPO, etcétera deben seguir adelante y no permitir que sigan desviando nuestras batallas. El gobierno de Calderón y los partidos políticos pronto reiniciarán sus campañas políticas mediante el derroche de miles de millones de pesos del erario nacional. Al movimiento social de los trabajadores sólo nos queda salir a la calle para romper con esas cadenas que nuevamente nos quieren imponer. Pongámonos nuevamente en marcha e invitemos a todos los manipulados por el gobierno y los medios a salir de sus casas.