2 de marzo de 2010

CONTINUA LA LUCHA PARA QUE SE VAYA EL PELELE CALDERON:

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Electricistas realizan nuevos plantones para denunciar las arbitrariedades del secretario

Lozano Alarcón viola impunemente la ley, obstinado en eliminar las protestas: SME

Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Martes 2 de marzo de 2010, p. 13

Como una arbitrariedad más en la larga lista de agravios cometidos por el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, consideró ayer el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) el anuncio que hizo el funcionario de que pedirá la intervención de jueces de lo familiar para que a los trabajadores que no han aceptado la liquidación y que tienen que pagar pensiones alimentarias les descuenten recursos de los finiquitos que ni siquiera han cobrado.

El secretario del interior de este gremio, Humberto Montes de Oca, planteó lo anterior y sostuvo que de este funcionario se puede esperar cualquier cosa, pues actúa siempre al margen de la ley, en la impunidad, con consentimiento del Poder Judicial para agredir los derechos laborales y personales de los trabajadores.

Lozano Alarcón, dijo, está desesperado porque continúan en la resistencia y no han aceptado liquidarse más de 18 mil electricistas, y no encuentra cómo presionar para acabar con esta lucha.

La embestida gubernamental contra esta organización no tiene límites ni medida. Ahora se quiere ir contra los trabajadores en resistencia y, con la máscara de una buena acción hacia las ex esposas, quiere meter las manos en estos finiquitos que no se han entregado, y usar a los hijos de los trabajadores como una presión adicional, sostuvo Montes de Oca.

Miembros del SME realizaron un plantón a las afueras del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), encargado de llevar a cabo el proceso de liquidación de los electricistas, para protestar por esta disposición anunciada ayer por Lozano.

Los integrantes del SME se manifestaron durante varias horas y estuvieron en plantón en la oficina del SAE de Insurgentes Sur; incluso por momentos cerraron carriles a la circulación de esta avenida. Protestaron por lo que consideraron una artimaña legaloide del funcionario para entrometerse en asuntos internos y personales de los trabajadores que no han aceptado ser liquidados.

Quien se llama secretario del Trabajo ahora quiere utilizar la desesperación y la necesidad económica de las ex esposas de los electricistas para tocar los finiquitos de los trabajadores en resistencia, denunciaron.

Al respecto, Humberto Montes de Oca señaló que ante el fracaso de Lozano Alarcón para lograr que se liquidara a la totalidad de los trabajadores, su desesperación por desmovilizar totalmente esta lucha y la incapacidad del gobierno y de la Comisión Federal de Electricidad para garantizar la continuidad del servicio en la zona centro del país, sigue inventando trampas legaloides para provocar a los trabajadores.

Además, evidencia que sigue actuando en contubernio con el líder de la oposición, Alejandro Muñoz, quien desde la semana pasada dijo que iba a solicitar a la Secretaría del Trabajo su intervención para que se pagaran las pensiones alimentarias a las ex esposas de los trabajadores que no han aceptado ser liquidados, apuntó el dirigente.

Por otra parte, ayer, trabajadores de la agencia de Santa Cruz Meyehualco de Luz y Fuerza del Centro, que mantienen un plantón en ese lugar, denunciaron que llegaron miembros de la Policía Federal a amedrentarlos para que quiten su campamento o ellos lo harían por la fuerza, según denunció el secretario del exterior, Fernando Amézcua.

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Seguiremos hablando, Carlos
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Paco Ignacio Taibo II

Una vez te dije que viejos rojos, viejos rockeros y viejos novelistas nunca mueren y me propusiste que añadiera a la lista a los cantantes de ópera. Tengo que confesarte que nunca lo hice.

Estábamos en una gira enloquecida por Italia de presentaciones cruzadas de nuestros libros recientes y teníamos un montón de pactos: yo no rechazaba una copa de vino y a ti te tocaba doble: nunca repetíamos la misma presentación y hablábamos de política cuando esperaban que habláramos de literatura y a la inversa. En algún lugar descubriste un piano y un pianista y mezclamos defensas de los zapatistas, con reflexiones sobre la novela y luego te pusiste a cantar áreas de óperas de Verdi ante un grupo de entusiastas adolescentes sentados en el suelo, que parecían estar muy contentos de que los intelectuales de izquierda mexicanos fuéramos tan heterodoxos.

No siempre nos quisimos bien. ¿Te acuerdas del encontronazo en Mérida? Y luego llegó Guerra en el paraíso, como bien sabes me deslumbró y nos sentamos a discutirla, y nos hicimos muy amigos. Mezclándonos en esta vorágine de resistencias e historias que ha sido el México de estos años.

Tengo que llevarte el prometido video donde en la ceremonia de clausura de la Semana Negra en Gijón cierras la informalidad cantando el brindis de La Traviata con una botellita de Pepsi en la mano.

En ese mismo viaje, después de mostrarte las virtudes de la fabada, se me ocurrió decirte que la comida chihuahuense era un mito. Espantado ante tanta herejía juraste que íbamos a corregir el despropósito. Y días después de retornar a México me llevaste a un restaurante en la colonia Roma, llamado La batalla de Tequila, y nos pusimos verdes de tanto chile asadero, caldillos y guisos, que casi tuvimos que bajar las escaleras de rodillas, yo pidiendo humildemente perdón.

Fue entonces cuando me contaste tu teoría de por qué los chihuahuenses o los coahuileños, o los norteños de Durango o Sonora no han tenido problemas para apropiarse de la cultura helénica. “Estás ahí sentado a la puerta del rancho –decías–, y ves pasar a una vaca. Y no es de nadie. Zas, te la apropias. Y luego ves pasar a lo lejos un ejército de hombres sudorosos con armas de bronce, que apenas brillan en el sol que se acaba, y zas, te los apropias. Y te encuentras de repente con que La Iliada y La Odisea son tuyas.” La teoría resultaba fascinante y siempre intenté encontrarle un complemento que explicara que los que nacimos mirando al mar tenemos la misma posibilidad de apropiarnos de lo que va pasando en piraguas, falúas, veleros o vapores. Nunca te la he contado.

Me quedan siempre cosas por decir. Llego siempre tarde a todo: a los homenajes, a los recuerdos, al dolor de la pérdida, a la memoria. Es la condena del que espera una segunda oportunidad. Sea esta una vez más. Pero estate tranquilo, añadiré a los cantantes de ópera a la lista de los que nunca mueren, te seguiré leyendo, me seguiré olvidando de llamarte por teléfono para aquella comida que tendríamos en casa, que habría de ser esta semana, y que no podría ser cena y en la que Paloma había prometido lucirse en la cocina porque quería agradecerte la larga conversación solidaria que tuvieron cuando fue despedida hace unos meses.

Y seguiré conversando contigo en las noches, como hago con tantos otros.