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Ecatepec, Nezahualcóyotl, Iztapalapa, Juárez y Tijuana, sinónimo de vivir en riesgo
Existe una calidad diferenciada de bienes y servicios según el origen socioeconómico y étnico de la ciudadanía: expertos
Los citadinos sufren el debilitamiento de la cohesión social
Los 27 millones de pobres patrimoniales que residen en las ciudades viven en hacinamiento, sin servicios, opciones de empleo ni educación. Enmedio de inseguridad y violencia. Cada vez enfrentan más exclusión social, deterioro de la vida comunitaria y dificultades para acceder a bienes básicos. Las condiciones más difíciles se dan en localidades de Ecatepec, Iztapalapa, Nezahualcóyotl, Puebla, Guadalajara, León, Juárez, Acapulco y Tijuana.
Para el segundo semestre del año la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) dará mayor impulso a las acciones de combate a la pobreza en las ciudades, el programa Oportunidades atenderá en total a 200 mil familias, lo que representa un millón de personas.
De acuerdo con la información divulgada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) entre 2006 y 2008 en las zonas urbanas el número de pobres de patrimonio creció en 4 millones, mientras que la pobreza alimentaria se elevó en tres millones para sumar 7.2 millones de personas en esa condición, que viven con menos de 949 pesos al mes.
Los habitantes de las ciudades deben enfrentar un ambiente en el que la vida comunitaria se ha deteriorado, sobre todo para las clases populares que viven en condiciones precarias e inhibidos para acceder a servicios básicos, señalan las especialistas Alicia Ziccardi y Patricia Ramírez Kuri, coordinadoras del libro Pobreza, desigualdad y exclusión social en la ciudad del siglo XXI.
Indican que no sólo se han ampliado las condiciones precarias de trabajo y de vida, sino que se advierten nuevas y diferentes formas de exclusión social, las cuales se observan tanto en las prácticas discriminatorias que prevalecen en el mercado de trabajo como en el acceso y la calidad diferenciada de los bienes y servicios de la ciudad, según el origen socioeconómico y étnico de la ciudadanía y su lugar de residencia
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Los citadinos, agregan, residen en un espacio en el que se concentran todo tipo de riesgos y donde están dadas las condiciones para un debilitamiento de la cohesión social y un incremento de las formas de violencia e inseguridad. La pobreza, la exclusión y la desigualdad social son los problemas más graves que enfrentan, advierten.
Refieren que aunque los sectores populares siempre han vivido en condiciones de precariedad y dificultades para acceder a los bienes básicos, lo que ahora se ve es un agravamiento de la situación. Sobre todo en términos de la ampliación de las desigualdades
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Las ciudades, detallan, cada día están más fragmentadas, las grandes desigualdades se expresan no sólo en la dificultad para acceder a los servicios, sino también en torno a la calidad de ellos. La expresión territorial de las desigualdades, es un factor más que agrava estas diferencias
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Ziccardi considera que desde el punto de vista sociológico lo más grave que ocurre es el deterioro de la vida comunitaria y el debilitamiento de la cohesión social, lo que crea un clima propicio para que prolifere la violencia y la inseguridad en las urbes. La consecuencia es que vivir en ellas implica vivir en el riesgo
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Por su parte, Ramírez Kuri indica, en entrevista, que también se ha dado una precarización del trabajo, asociada con diversas formas de apropiación del espacio público, para vivir de él y para actividades informales; el ambulantaje es el ejemplo más evidente. Agrega que se generan formas de exclusión social muy dramáticas que se expresan en violencia y enfrentamientos entre grupos.
Oportunidades urbano
Explica que la diferencia entre la pobreza urbana y la rural, es que ésta última es absoluta. En las ciudades la gente de alguna manera puede sobrevivir, aunque se observan prácticas de exclusión y discriminación a la que están sometidos los indígenas, la gente de clases populares y madres solteras: los más vulnerables en la sociedad.
De acuerdo con información oficial de Oportunidades, programa dirigido a las familias en pobreza extrema, en las ciudades se busca potenciar los resultados que se han logrado: que los jóvenes asistan y permanezcan en la secundaria y preparatoria, y que todas las familias vayan a sus consultas preventivas
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Precisa que entre marzo y abril pasados el programa inició en Puebla, Ecatepec, Ciudad Juárez y Reynosa, en las cuales se incorporó a 50 mil familias, pero para el segundo semestre se sumarían 150 mil familias más.
Este programa tiene diferencias respecto al que se aplica en las zonas rurales, ya que plantea un nuevo esquema de becas para mejorar los impactos en la inscripción y permanencia escolar en secundaria y preparatoria; hay una adecuación a la prestación de los servicios de salud y los apoyos monetarios se entregan con tarjeta bancaria de débito.
Oportunidades atiende los componentes educativo, de salud y alimentación. En el primero se considera eliminar las becas en primaria y se elevará el nivel de transferencias en secundaria, ya que hay mayor riesgo de deserción escolar, indica el documento del Banco Interamericano de Desarrollo denominado Fortalecimiento del programa de desarrollo humano Oportunidades, el cual autorizó un préstamo para la operación del plan.
En cuanto a salud se propuso un modelo alternativo para las familias beneficiarias, el cual incluye la afiliación paulatina de la familia al seguro popular, propone nueva estrategia de suplemento nutricional y se mantiene el monitoreo de crecimiento de niños recién nacidos a dos años de edad y de peso a lo largo de la vida.
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Militares y policías hondureños, en alerta ante posible insurrección
: Roberto Micheletti
Lamenta Manuel Zelaya que la asonada en Honduras haya causado ya la muerte de tres personas
El mando castrense amenaza con cárcel y multas a quienes convoquen a manifestaciones ilícitas
Tegucigalpa, 1º de agosto. El conflicto político hondureño se cobró este sábado su tercera víctima con la muerte de un seguidor del presidente constitucional Manuel Zelaya, quien fue herido en la cabeza el miércoles pasado con un disparo de arma de fuego.
La problemática comenzó a provocar, mientras tanto, acciones de la derecha nicaragüense contra la presencia del mandatario hondureño y cientos de sus simpatizantes en la localidad fronteriza nicaragüense de Ocotal.
El profesor Roger Abraham Vallejo, de 38 años, quien falleció en la madrugada de hoy, recibió un tiro cuando cientos de policías atacaron con macanas y gases lacrimógenos a cientos de manifestantes que denunciaban pacíficamente en el norte de Tegucigalpa al gobierno de facto de Roberto Micheletti y reclamaban el retorno de Zelaya, expulsado del país por un comando militar hace 35 días.
La movilización fue organizada por el Frente de Resistencia contra el Golpe, que se formó desde el 28 de junio pasado y no ha dejado de protestar en las calles con bloqueos y pintas. Vallejo era maestro en un instituto privado de la capital y desde el miércoles su situación médica era crítica.
El magisterio ha sido uno de los pilares del frente antigolpista y el día en que Vallejo y otros profesores fueron reprimidos, la policía dispersó la protesta con bombas de gas lacrimógeno, pero según testigos consultados por la agencia Reuters algunos uniformados dispararon sus armas de cargo.
Esta versión ha sido negada persistentemente por los jefes policiales, que aseguran haber desarrollado una investigación preliminar para confirmar que la bala que hirió a Vallejo no fue disparada por sus subordinados.
Sin embargo, María Soriano, madre del maestro, al hablar del deceso de su hijo durante el velorio realizado este sábado en Tegucigalpa, sostuvo: sólo sé que me lo mataron los policías por andar peleando por una causa justa
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Desde Nicaragua, Zelaya lamentó que el golpe de Estado haya causado ya la muerte de tres personas y expresó sus condolencias a la familia de Vallejo.
Los criminales que están asesinando son directamente los que tienen el poder del país. Quisiera abrazarme con la familia de Roger que ha caído en la lucha por la democracia y quisiera que ellos, que Micheletti le pueda ver los ojos a los huérfanos y los hijos que ha dejado ahí
, dijo Zelaya.
La policía antimotines no ha podido contener las acciones pacíficas cotidianas de la resistencia en vías públicas de la capital y de otras localidades, por lo que el alto mando ya comenzó a invocar un artículo del código penal que castiga con cárcel de dos a cuatro años y multas de 30 mil a 60 mil lempiras (de mil 500 a 3 mil dólares) a quienes convoquen a manifestaciones de manera ilícita
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Las otras dos personas que fallecieron en las movilizaciones populares contra el golpe del Estado fueron Isis Murillo, que recibió un impacto de bala cuando la resistencia trataba de apoyar el regreso de Zelaya por el aeropuerto capitalino de Toncontín el 5 de julio, y 20 días después fue hallado el cadáver de Pedro Magdiel Muñoz en un camino rural de la zona fronteriza con Nicaragua.
Zelaya ha pedido en varias ocasiones que se mantenga la resistencia pacífica en el país, pero el miércoles, según un despacho de Afp, afirmó tener el plan de volver a Tegucigalpa acompañado por un ejército popular
que integraría con el apoyo del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, quien sin embargo nada ha confirmado al respecto.
Unos 300 seguidores de Zelaya pudieron llegar hasta el Ocotal –260 kilómetros al norte de Managua– antes de que el ejército hondureño bloqueara la semana pasada la carretera que lleva a Nicaragua, cuando el gobierno golpista no había restituido el toque de queda en la región limítrofe, con el fin de impedir los movimientos del mandatario constitucional y sus simpatizantes tras el fracaso de las pláticas en San José, Costa Rica, con la mediación del presidente Óscar Arias.
Afp dio cuenta del entrenamiento de hombres –y algunas mujeres– leales a Zelaya que, sin armas, realizaron el viernes ejercicios de adiestramiento militar. Uno de los responsables del grupo aseguró que otros grupos de zelayistas se preparan en campamentos ubicados en otros puntos de la frontera hondureño-nicaragüense.
La presencia de campamentos de zelayistas en el lado nicaragüense han dado paso a una serie de advertencias del gobierno de facto sobre una supuesta amenaza militar contra Honduras.
Micheletti dijo hoy que por el peligro de alguna insurrección de una guerrilla que se está formando allá en la frontera por parte del ex presidente Zelaya, pues tenemos que tener más seguridad; la policía y el ejército están siendo muy vigilantes en esa zona
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También en Nicaragua la oposición de derecha comenzó a quejarse de la presencia de leales a Zelaya en la frontera.
La autodenominada bancada democrática nicaragüense, liderada por el banquero y ex candidato presidencial Eduardo Montealegre, informó haber elaborado un proyecto de ley de rechazo a la permanencia de Zelaya y seguidores en la frontera, con el propósito de que la semana próxima salgan del territorio de Nicaragua.
El diputado liberal y ex canciller Francisco Aguirre consideró que la presencia de Zelaya en Nicaragua podría desembocar en un trágico derramamiento de sangre
. Otro legislador, Carlos Gadea, dijo que los zelayistas reciben entrenamiento en fincas de la zona con fondos venezolanos.
Zelaya –quien hoy recibió el apoyo del Parlamento cubano– negó en Nicaragua que esté formando una organización armada y reiteró que sus simpatizantes no disponen de equipos bélicos.
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revolucionario. También está dirigido para reforzar la desestabilización en Guatemala (cuyo presidente Colom está actualmente en la mira del imperialismo), El Salvador (donde el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional ganó el gobierno, pero no el poder, que sigue en manos de la ultraderecha) y Nicaragua. Estados Unidos, mediante sus servidores, quiere reforzar así, estratégicamente, la soldadura débil istmeña del Plan Mérida, para poner desde México hasta Colombia un corredor para la dominación estadunidense y convertir a este último país, bajo la dictadura de Uribe, en una cabecera de puente, una especie de Israel en América del Sur, para controlar Venezuela, el Caribe, Ecuador, Brasil.
El golpe cívico-militar fue cuidadosamente preparado en la base estadunidense de Soto Cano, con la presencia del embajador Llorens, de Estados Unidos. Este se fue y se llevó su familia, aunque sabía del golpe con anticipación, para no aparecer demasiado ligado a los gorilas hondureños a los que Estados Unidos formó y conoce desde los tiempos de John Dimitri Negroponte y el Irangate (el armamento a los contras nicaragüenses con armas entregadas desde Honduras y pagadas con la droga por la CIA), que fue también jefe directo de Llorens. Negroponte, ex secretario nacional de seguridad de Bush, ex representante en la ONU, ex virrey en Irak, no es el único conspirador de alto vuelo: el fantoche golpista Micheletti, por ejemplo, tiene como asesores a dos ayudantes importantes de Bill Clinton; Lanny Davis (que lo asesoró durante el escándalo provocado por su relación con Mónica Lewinsky, fue el más virulento consejero de Hillary Clinton en la lucha contra Obama y es asesor del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, eje de la oligarquía local) y Bennet Ratcliff. Por consiguiente, es absolutamente imposible que el Departamento de Estado (es decir, Hillary Clinton) y el Pentágono hayan sido sorprendidos por el golpe tan cantado
y tan toscamente organizado por cuatro gorilas seguros de su impunidad.
Por lo tanto, el golpe es un torpedo bajo la línea de flotación del intento de Obama de distensión con América Latina y con Cuba misma y fue lanzado por la derecha conservadora estadunidense, tanto del Partido Demócrata, como Hillary Clinton y su clan, como republicana (mediante los lazos de los bushistas con los militares y la derecha latinoamericanos). Es el primer debilitamiento serio y desde Washington mismo del propio Obama, para el cual esa derecha reserva el mismo papel que Óscar Arias, ese conocido siervo de Estados Unidos, quiere darle a Zelaya: el de presidente pour la galerie, fantoche y acotado, sin posibilidad de ninguna iniciativa, con una política exterior absolutamente controlada por el Departamento de Estado. En efecto, la opinión de que Obama es un negrito que no sabe nada de nada
la formuló el ministro de Relaciones Exteriores de los golpistas hondureños pero, aunque todavía no la expresen abiertamente, es compartida por todos los santos que los gorilas tienen en el paraíso del establishment estadunidense.
El golpe hondureño es contra los países vecinos ligados a Chávez y a Cuba, es contra Venezuela y Cuba, contra todos los gobiernos progresistas
de América del Sur y es también un golpe sin Obama y contra Obama. La aberrante propuesta de Arias es funcional para los golpistas. Les permite ganar tiempo para organizar su poder de facto y cansar y desmoralizar a los partidarios del presidente constitucional. Los recompensa además con una propuesta de amnistía aunque dieron un golpe de Estado, asesinaron gente que defendía la Constitución y son infames traidores a la patria
, pasibles de fusilamiento. Para colmo, según el Acuerdo de San José, Zelaya tendría que admitir en puestos claves de su gabinete efímero a quienes lo secuestraron, deportaron de su propio país, insultaron, falsificaron su firma en una carta infame de renuncia y están oprimimiendo por el terror al pueblo hondureño, y sería sólo el rehén de esa gente.
Si se aceptase la solución Clinton
(solución para los golpistas), se alentarían futuros golpes y dictablandas (dictaduras militares con fachadas legales
). La alternativa es difícil, pero es la única positiva: rechazar el laudo Arias-Clinton y encabezar, en Honduras mismo, un proceso de lucha, por todos los medios posibles, para imponer una asamblea nacional constituyente que decida quién y cómo gobernará el país. O sea, intentar crear una brecha en las fuerzas armadas y la policía mediante la movilización insurreccional, como en Bolivia frente a Sánchez de Lozada o en Venezuela, cuando el golpe contra Chávez.
Zelaya, hijo de un asesino de izquierdistas, líder de un partido conservador tradicional, orientado hacia una política más avanzada sobre todo por razones de oportunidad y por no haber calculado las consecuencias que eso podría acarrearle, ha demostrado valentía pero probablemente no pueda encabezar ese tipo de lucha, aunque sí la puede iniciar. El pueblo hondureño y los sectores de izquierda que exigen su retorno irrestricto al gobierno sabrán entonces cómo derrotar a los golpistas y hacerles pagar su crimen contra la Constitución con procesos públicos.