1 de abril de 2010

Continúa la lucha del MOVIMIENTO DEMOCRATICO DEL PT en Puebla

Contra las imposiciones partidistas
01 de Abril de 2010 : 04:00 Hrs
por: Mario Martell

Socorro Carrillo, Marcelino Calzadilla y Jesús Serra, militantes del Partido del Trabajo (PT) se mostraron inconformes por lo que calificaron de “imposiciones” en las candidaturas a diputaciones locales y presidencias municipales.

Los petistas señalaron que se violaron la normatividad electoral, además de la convocatoria de inscripción de candidaturas emitida por el PT para otorgar las candidaturas para diputados y alcaldías.

Señalaron que no se respetaron los estatutos del partido ni las fechas detallas en la convocatoria, tampoco se efectúo la convención estatal electoral, por lo que realizarán la impugnación.

Afirmaron que es preocupante lo que sucede en el PT, ya que representa para miles de ciudadanos poblanos una opción política.

“Hay mucha inconformidad en el partido”, refirió Calzadilla.

Los militantes petistas señalaron que en los municipios de Hueyapan, Atempan, Chignautla, Acajete, Libres, Zautla, Coronango, San Martín Texmelucan, San Pedro Cholula y en el municipio de Puebla las candidaturas a presidentes municipales se otorgaron de manera discrecional, violando la convocatoria emitida por el PT.
“Nunca se realizó ninguna Convención Estatal Electoral”, explicaron.

Carrillo, Calzadilla y Serra pidieron que se realice con transparencia y legalidad el proceso de designación de los candidatos del Partido del Trabajo, por lo que analizan realizar alguna acción legal en las próximas horas.

“Se violaron la normatividad electoral, además de la convocatoria de inscripción de candidaturas emitida por el PT para otorgar las candidaturas para diputados y alcaldías”.

“No se respetaron los estatutos del partido ni las fechas detallas en la convocatoria, tampoco se efectúo la convención estatal electoral, por lo que realizarán la impugnación”.
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CUITLATLÁN

El PT, partido satélite del PRI



FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA

El proyecto original que tenía la dirigencia local del Partido del Trabajo (PT) era colocar a Rodolfo Huerta Espinosa como candidato a gobernador como parte de un pacto con el PRI, para que el ex perredista se dedicara a fustigar al aspirante de la coalición Compromiso por Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas. Esa intención fue frenada por la dirección nacional petista por dos factores:

1. Porque la dirigencia nacional –presidida por Alberto Anaya Gutiérrez– amenazó con que no se avalaría la imposición de un aspirante que no simpatizara con la causa del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.

Por esa razón, los líderes estatales del PT, encabezados por Zeferino Martínez Rodríguez, tuvieron que dar marcha atrás con Rodolfo Huerta Espinosa y permitir el paso de Armando Etcheverry Beltrán, quien es parte del “gobierno legitimo” del ex candidato presidencial.

2. Porque un grupo de militantes del PT llevó un largo y abundante expediente a la sede nacional del PT, en donde expuso la proclividad priista de Huerta desde que fue diputado local del PRD hasta cuando se proclamó marinista, y finalmente prometió que trabajaría a favor de la causa de Javier López Zavala.

En Puebla quienes controlan a ese pequeño partido creyeron que no harían caso a las quejas; que Alberto Anaya haría oídos sordos, pero no contaron con que desde el círculo cercano a López Obrador se emitió una opinión desfavorable de Huerta.

De hecho, se dice que el único argumento a favor de Huerta lo hacía Zeferino Martínez, utilizando frases nada convincentes, que más o menos iban así:

“Es cierto, Rodolfo Huerta está quemado, pero aquí en el PT en ocho días lo podemos limpiar”.

Pero finalmente en la cúpula del Partido del Trabajo se estableció que no podía haber tanta cercanía con el PRI que fuera tan evidente, por lo que se desechó a Huerta Espinosa de la postulación al gobierno del estado; ese fue un gesto positivo, contundente.

Lo malo es que esa actitud de la dirigencia nacional petista solamente fue para el caso de la gubernatura, ya que en el resto de las candidaturas se frenaron importantes propuestas de aspirantes que tenían un perfil de izquierda y de verdadera oposición.

En ese tenor se rumora que la mayor parte de las candidaturas del PT se habría acordado con algunos enviados del tricolor que en las ciudades de Puebla, Tehuacán, Ajalpan y El Seco se frenaron a aspirantes que podían ser una importante competencia para el PRI.

No se dejaron pasar los nombres de Jorge Chávez Palma, Carlos Feria González y Concepción Huerta, quienes podían haber sido candidatos de lucha, de batalla, de convicciones.

Lo más grave es que el PT le cerró la puerta, en varios municipios, a priistas inconformes con la designación de candidatos a ediles y que además, por no ser simpatizantes del PAN, buscaron refugio en el PT, pero éste se les negó.

También el PT repudió a perredistas de algunos municipios en donde los simpatizantes del partido del sol azteca, usando otras siglas, podían ser un importante riesgo para el PRI.

La única excepción, aparte de la de Etcheverry, fue el caso de Izúcar de Matamoros, donde se postuló a un verdadero líder de izquierda, a Melitón Lozano, quien además ya está al frente de las preferencias electorales en el municipio matamorense, donde gobernó hace seis años.

Pero ahí se sabe que habría operado a favor de Lozano, gente que es parte del círculo cercano de López Obrador.

En resumen, al PT no le interesó buscar candidatos competitivos.

Lo único que la guió a esta fuerza política fue no causar el enojo del PRI.

Dicen que dentro del PT, en diferentes ocasiones, los dirigentes se justificaron con que si no se acercaban al PRI los podían vetar por los siguientes seis años.

Cuando les preguntaban: “¿vetar de qué”? Simplemente guardaban silencio y acababan la conversación.

Tal parece que el desempeño electoral del Partido del Trabajo, al final, se guiará en dos objetivos:

A) Que Rodolfo Huerta cumpla con su papel de candidato orgánico del PRI.

B) Que Zeferino Martínez se convierta en diputado.

Por eso va en el número uno de la lista de candidatos plurinominales.