■ Ruth Zavaleta busca cobijo del PRD, pues llamará a la policía si se bloquea San Lázaro
Se desligan los chuchos de movilizaciones pacíficas del FAP en defensa de Pemex
■ El desafío de Ortega, durante el Consejo Nacional; “no fue ocurrencia de última hora”, afirma
La corriente Nueva Izquierda utilizó ayer el sexto Consejo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para aprobar –fuera del orden del día– una propuesta de Jesús Ortega para que el partido inicie su propia jornada de defensa del petróleo, y expresar su rechazo a las acciones de resistencia civil previstas por el Frente Amplio Progresista, como la toma de carreteras y aeropuertos.
En un discurso que confrontó abiertamente la posición de Andrés Manuel López Obrador, el dirigente de los chuchos afirmó que “Pemex no se defiende sólo en el Zócalo” –espacio del que él y sus colaboradores se alejaron en las dos concentraciones recientes– y advirtió que están contra la privatización de la paraestatal, “pero también de los intentos por privatizar esta lucha”.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta, quien forma parte de la misma corriente, afirmó que desde el “gobierno legítimo se nos exige actuar como agitadores sociales y no como legisladores”, y pidió el respaldo del consejo, “porque es obvio que, a la hora de tomar una decisión de pedir la policía (en la Cámara), seré yo la afectada, porque seré cuestionada públicamente”.
La virtual advertencia de Zavaleta de recurrir a la fuerza pública para reprimir fue hecho apenas una hora después de que, a unas calles de donde se realizó el consejo, López Obrador tomó protesta a 10 mil mujeres que forman parte de las brigadas en defensa del petróleo, y que se declararon listas a bloquear las dos cámaras del Congreso para impedir que se apruebe la apertura de Petróleos Mexicanos.
Consideró que el PRD no debe cerrarse al debate de la reforma energética, porque “lo que viene no es menor y necesitamos definir qué es lo que quiere este consejo, y para que después no nos señalen como traidores”.
En la postura de no sumarse a la resistencia civil pacífica, el senador Graco Ramírez Garrido –también de los chuchos– afirmó que el PRD no puede estar en favor de “movilizaciones que afecten a terceros”.
Por ejemplo, dijo, en Morelos, de donde es originario y fue candidato a gobernador, “no compartimos el bloqueo de la autopista México-Cuernavaca, porque sería un revés a la lucha democrática en el estado y en Guerrero”. Exclamó: “¡La razón es suficiente y no la fuerza desatada contra todos los mexicanos!”
Ramírez Garrido respaldó la postura de Zavaleta de solicitar la fuerza pública para disolver cualquier bloqueo a San Lázaro.
“Su obligación –expuso– es presidir la Cámara y no a un grupo parlamentario. Y los que le exigen un comportamiento sectario están contra una institución que se ganó en la lucha, y ésa es una actitud facciosa”.
Antes, al presentar su propuesta en el pleno del consejo, Ortega afirmó que la defensa de los recursos energéticos “no es una ocurrencia de última hora”, sino que es parte del programa del partido, desde que se fundó; “no es un capricho de nadie”.
Por eso, dijo, el PRD “se opone por convicción y principios a la privatización de Pemex, pero con la misma energía a los intentos por privatizar la lucha contra la privatización de Pemex. La defensa de Pemex no es patrimonio de ninguna organización ni de ningún individuo. No es patrimonio de nadie, es deber de toda la izquierda. Y por ello, no se defiende sólo en el Zócalo; Pemex se defiende en todo el territorio nacional”.
En ese contexto presentó la propuesta de una jornada nacional, que consistirá, dijo, en que “todos los municipios del país donde esté el PRD, a partir de la próxima semana realicemos todo tipo de acciones en contra de la privatización” de la paraestatal.
Más tarde, en entrevista, declaró que la defensa del petróleo “es una lucha de mucha gente, de muchos perredistas, de todos los perredistas, no de unos cuantos”.
–¿Respalda las acciones de resistencia civil pacífica?
–No comparto la idea de que bloqueemos la ciudad de México, obstruyendo carreteras de acceso. No comparto cualquier intención de afectar derechos de ciudadanos cerrando aeropuertos. Se puede dar una lucha enérgica, firme e impedir que se privatice Pemex, sin actos que prefiguren violencia.