21 de abril de 2008

Protestan adelitas afuera de la Torre del Caballito

Adelitas

México, DF. Las brigadas de mujeres del movimiento en defensa del petróleo protestaron frente a las oficinas del Senado, en la Torre del Caballito. Notimex

Las brigadistas del movimiento en defensa del petróleo llegaron en marcha desde el Hemiciclo a Juárez hasta a dichas oficinas del Senado, en donde se lleva a cabo la sesión ordinaria.

Notimex / La Jornada On Line
Publicado: 21/04/2008 14:10

México, DF. Integrantes de las brigadas femeniles pertenecientes al movimiento en defensa del petróleo protestan frente a las oficinas del Senado de la República en la Torre del Caballito, generando importantes problemas a la circulación.

Reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) indican que las llamadas adelitas marcharon desde el Hemiciclo a Juárez a través de la avenida Juárez, hasta alcanzar la glorieta del Caballito en el cruce de Reforma y el Eje 1 Poniente Rosales.

Elementos de las policías federal y capitalina instalaron un cerco con vallas metálicas en torno a la llamada Torre del Caballito, donde se ubican las oficinas del Senado, para impedir el paso de los manifestantes.

Debido a esto, las manifestantes se detuvieron sobre Paseo de la Reforma bloqueando por varios minutos la circulación en carriles centrales.

A las 13:30 horas las inconformes decidieron replegarse de manera voluntaria a la lateral del sentido poniente -oriente de Reforma, aunque persisten los asentamientos vehiculares en la zona.

Las inconformes se manifiestan contra la iniciativa de reforma energética propuesta por el gobierno federal y manifiestan su apoyo a los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP), que mantienen "tomadas" las tribunas de las cámaras de Diputados y Senadores.

■ Integrantes del FAP reiteran que serán flexibles si se acepta un referendo sobre el tema

Presentan hoy en el Senado anteproyecto de calendario para debate sobre Pemex

Víctor Ballinas

Ampliar la imagen Integrantes de la brigada Virginia Jaramillo realizaron en el Zócalo una asamblea en defensa del petróleo Integrantes de la brigada Virginia Jaramillo realizaron en el Zócalo una asamblea en defensa del petróleo Foto: Cristina Rodríguez

La Comisión de Energía del Senado, que preside el priísta Francisco Labastida, entregará hoy por la mañana un anteproyecto de calendario para el debate nacional en torno a la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), pero sólo cuando sea discutido en la Junta de Coordinación Política y se estipule que no habrá periodo extraordinario para aprobarla será aceptado por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia, integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP).

Alejandro González Yáñez y Dante Delgado, coordinadores de los senadores del PT y de Convergencia, respectivamente, manifestaron que “no fue acuerdo de la Junta de Coordinación que la mesa directiva de la Comisión de Energía elaborara una propuesta para el debate. En todo caso, que presenten su anteproyecto, y lo discutiremos en la junta todos para llegar a un acuerdo”.

González Yáñez agregó: “podría haber flexibilidad en el FAP si se acepta que no se convocará a un periodo extraordinario para aprobar la reforma y, en cambio, se realice un referendo a la población en el que sólo se pregunte sí o no a la reforma de Pemex”.

Delgado refirió que “si los panistas tuvieran voluntad, esto se habría resuelto desde hace 10 días; es decir, lo hubieran resuelto el mismo día en que tomamos la tribuna del Congreso. Este fin de semana no hubo contactos, prefirieron descansar los coordinadores de los senadores del PRI y del PAN”.

El petista expresó que “hoy quedaron de darnos respuesta a nuestra demanda de que no convocarán a periodo extraordinario en el receso de sesiones, y lo pueden hacer de manera tácita, firmando un acuerdo en ese sentido; o bien, que aprobemos en la Junta de Coordinación un calendario de debate nacional que implique los cuatros meses de receso; con ello estaría implícito que hasta que se agote el debate no habrá dictamen de reforma”.

Añadió: “si ellos aceptan el referendo; es decir, si están de acuerdo en que antes de votar la reforma en el pleno sea consultada con los ciudadanos, podríamos flexibilizarnos”.

Delgado expresó: “el referendo es una posibilidad, pero no una condición para la discusión que se llevará a cabo hoy en la Junta de Coordinación Política que se realizará al mediodía, y esto puede ser una salida. Nosotros seguimos con nuestro planteamiento de que el debate nacional se lleve a cabo en los 120 días del periodo de receso”.

El legislador abundó: “pedimos que la propuesta de la mesa directiva de la Comisión de Energía se nos entregue antes de la reunión con la Junta de Coordinación Política para conocerla, ya que ahí debemos discutirla, y no sólo llegar a conocerla en esta instancia”.

Ambos reiteraron que no es necedad insistir en que el debate que el FAP propone para un tema “tan importante” para el país como es la reforma de Pemex se realice de manera amplia.

“Si la discusión de la reforma del Estado nos llevó todo un año, y si en las reformas a la Ley de Radio y Televisión se nos acaba de pedir un mes más de plazo, cuando ya se llevan seis meses de debate y trabajos, por qué a esta reforma quieren darle fast track.

“No lo vamos a permitir. El PAN y el gobierno deben considerar que el debate sea amplio. No nos van a cansar. El FAP seguirá adelante con su demanda.”

Para este lunes se ha convocado a sesión ordinaria al mediodía. A esa misma hora, reunión de la Junta de Coordinación Política, y por la mañana la mesa directiva de la Comisión de Energía entregará la propuesta para el debate nacional.

A 11 días de la toma de la tribuna, los senadores manifestaron que “a pesar de la campaña vulgar y torpe que se ha emprendido contra el FAP y Andrés Manuel López Obrador, seguiremos en la defensa de Pemex y en nuestra demanda de que no se convoque a un periodo extraordinario para aprobar esa reforma”.

Guerra sucia · Helguera

Helguera

Astillero

Julio Hernández López
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■ Flavio, libre

■ Injusticia inaugural

■ Riesgos y retos

La liberación de Flavio Sosa es un asunto de justicia retardada (es decir, de injusticia). El más notable de los varios dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) fue aprehendido, a traición, en la ciudad de México (en vísperas de una cita en Gobernación para dialogar con alguien llamado Francisco Ramírez Acuña) para que el inseguro ocupante del banquito presidencial pudiese aparentar, a unos días de su apurada toma militarizada de posesión, que tenía fuerza suficiente para aplicar castigos ejemplares. La necesidad extrema de montar espectáculos intimi- dantes hizo que las principales cadenas nacionales de televisión difundieran con exageración el traslado de Sosa de las rejas preventivas a una cárcel de “máxima seguridad”, equiparando visualmente ese recorrido con los correspondientes a los desplazamientos, entre helicópteros, decenas de patrullas y centenares de agentes, de grandes jefes del narcotráfico, junto a los cuales fueron a ser depositados, en Almoloya de Juárez, el emblemático Flavio y su hermano Horacio.

Tal como ha venido sucediendo desde el 25 de noviembre de 2006, centenares de ciudadanos mexicanos han sido víctimas de golpes, insultos, torturas, amenazas de muerte (tirarlos de helicópteros en vuelo, por ejemplo), intimidación, allanamiento de moradas, persecución (Berta Muñoz, conocida como la doctora Escopeta, y la profesora María del Carmen López, viven virtualmente exiliadas, una en el extranjero, otra en la capital del país) y, sobre todo, de la desmoralizante prostitución cotidiana del conjunto de reglas y procedimientos al que gustan llamar “estado de derecho”. Si en un lugar alguien ha mandado al diablo las instituciones es en Oaxaca, y los remitentes han sido los gobernantes, tan formales como repudiados, Ulises Ruiz y Felipe Calderón. Para la historia quedarán la saña con la que estos dos impugnados mandatarios persiguieron a miembros de la familia Sosa sólo por estar relacionados con Flavio y la perversidad neoporfirista que hizo llevar a centenares de oaxaqueños de su tierra ensangrentada a prisiones en Nayarit y Tamaulipas, como en su momento lo hizo el dictador (Díaz, no Calderón) oaxaqueño (Porfirio, no Ulises) con indios sublevados a los que trasladó del norte a Yucatán para que todos cuantos se enteraran de esas injusticias aberrantes se previnieran de cometer rebeldías parecidas.

Sin embargo, a diferencia de lo sucedido en lugares como San Salvador Atenco, donde los líderes presos han sido sentenciados desproporcionadamente (a Ignacio del Valle le asignaron 67 años de prisión), en Oaxaca los procesos han servido para perseguir, presionar y, en algunos casos, negociar las excarcelaciones o el cierre de expedientes. Uno de los fantasmas que más dañan en estos momentos la continuidad de la lucha encabezada por la APPO es el de las sospechas entre partes respecto a presuntos entendimientos con el gobierno subsistente de Ulises Ruiz, largamente especializado en dividir, infiltrar y corromper a grupos y dirigentes sociales. Apenas salido del reclusorio de San Juan Bautista Cuicatlán, adonde fue trasladado el 16 de agosto de 2007, Flavio Sosa ha anunciado una muy estructurada decisión de iniciar un proceso de recomposición de la alicaída y dividida APPO y ha necesitado precisar en declaraciones a medios de comunicación que su liberación no es producto de un arreglo y que no se ha vendido ni se ha rendido (un dato sugerente de negociaciones fue, evidentemente, la presencia del dirigente de la sección 22 del SNTE, Ezequiel Rosales, en el momento de su liberación, pues en otras ocasiones ha sido esa representación sindical la que ha promovido acuerdos de excarcelaciones con el gobernador Ruiz).

Luego de los infiernos de Almoloya, Sosa vivió en Cuicatlán bien informado de lo que sucedía en la política oaxaqueña y en especial en la APPO, así es que no le debe resultar ajeno el entendimiento de que recomponer esa asamblea y reactivarla no es un asunto de voluntades y mucho menos de una voluntad individual, sino un proceso largo y delicado al que poco ayudará la pretensión de que alguien se asuma como dirigente máximo o piedra de salvación. También hará ruido en los tiempos por venir el factor electoral, no sólo en cuanto a diputados federales, el año entrante, sino el relevo de Ruiz en 2010, meta que ya tiene tiradores apuntados como Jorge Franco, quien fue secretario general de gobierno y ahora, llegado a la presidencia estatal del PRI, es considerado el cartucho de Ulises, y Gabino Cué, quien compitió con Ruiz en 2004 y fue formalmente derrotado en medio de acusaciones firmes de fraude electoral ulisista y que actualmente es senador de Convergencia a quien apoyarían tanto el PRD como, especial- mente, el PAN o, traducido a la realidad oaxaqueña, el diputado “panista” Diódoro Carrasco.

Injustamente encarcelado y perversamente perseguida su familia, Flavio Sosa está en libertad y eso ha de celebrarse, aunque no el hecho de que queden sin castigo las maniobras de poderosos que, retorciendo la legalidad, han causado tanto daño a él y a centenares de oaxaqueños más. Sosa tiene ganado un capital político que debe cuidar para que no le afecten las sombras de las negociaciones o los proyectos electorales inmediatos. Su trayectoria ha incluido el paso por el PRD, el apoyo a Vicente Fox en 2000 y la participación en el Partido Unidad Popular que José Murat creó en 2004 para dividir el voto opositor con un candidato artificial, Héctor Sánchez, y cerrar el paso a Cué. Flavio, el primer preso político del sexenio, tiene mucho que cuidar y que cultivar, sobre todo estando Oaxaca a unos días de que el movimiento magisterial reinicie protestas públicas y se vuelva a plantear la viabilidad de exigir nuevamente la caída del manipulador Ulises.

Y, mientras el Prián acepta que perdió la primera batalla privatizadora del petróleo, y se va preparando para asumir que a largo plazo (de aquí al primero de septiembre) peores condiciones políticas tendrá para esos proyectos llenos de chapopote, ¡hasta mañana, con las Adelitas victoriosas!

Desconoce FAP en San Lázaro supuesto acuerdo para desocupar tribuna

Para que exista un acuerdo primero deben reunirse los coordinadores del Frente en ambas cámaras, dijo González González, quien señaló que hoy mismo se reunirán para evaluar el tema.

Notimex / La Jornada On Line
Publicado: 21/04/2008 19:15

México, DF. El vocero del PRD del movimiento de toma de la tribuna de San Lázaro, Alfonso Suárez del Real, desconoció a nombre de los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) que exista algún acuerdo para levantar dicho plantón.

Interrogado respecto a las versiones periodísticas sobre un eventual "primer acuerdo" para abandonar la tribuna del Salón de Plenos de la Cámara de Diputados, dijo no conocer ninguna propuesta o convenio al respecto de parte de la bancada del PRD.

Incluso los coordinadores del FAP reunidos para analizar la situación de la toma de la tribuna y el debate en materia energética se expresaron en ese sentido.

"Estamos reunidos Javier González Garza, Alejandro Chanona y yo y no conocemos de ningún acuerdo al respecto. Desconocemos esas versiones y la tribuna seguirá tomada hasta que haya un acuerdo en el Senado", dijo Ricardo Cantú Garza, coordinador del Partido del Trabajo (PT).

González Garza, coordinador del PRD, también rechazó esas versiones y manifestó que para que exista un acuerdo deben reunirse los coordinadores del FAP en ambas cámaras. "Vamos a reunirnos hoy mismo para evaluar el tema".

Por su parte, la Coordinación de Comunicación Social del PRD en San Lázaro desconoció dichas versiones e indicó que a la reunión de la bancada sólo asistieron 27 de los 127 diputados federales, "por lo que es una falacia que con ese quórum haya un acuerdo en este tema".

Se informó que sólo fue una propuesta del diputado federal perredista Raymundo Cárdenas, identificado con la corriente Nuevo Sol, la cual plantea que una vez que se evitó "el albazo legislativo" en la aprobación de la reforma energética era necesario levantar la toma de la tribuna.