■ PRI y PAN no se saldrán con la suya, los vigilaremos, advierte
Pide AMLO luchar contra la crisis y por el petróleo
■ Apela a la “firmeza y patriotismo” de los diputados para evitar la privatización de los hidrocarburos
■ Acudiremos incluso a instancias internacionales, sostiene
Ampliar la imagen Simpatizantes de López Obrador Foto: Marco Peláez
Andrés Manuel López Obrador convocó ayer a unificar estrechamente el Movimiento en Defensa del Petróleo con la defensa de la economía popular y advirtió que la lucha para evitar la privatización de los hidrocarburos no terminará en el Congreso, donde los diputados defenderán el martes “el petróleo con firmeza y patriotismo”, sino que recurrirá al amparo, a foros internacionales, e inclusive comunicará a las petroleras trasnacionales “que no permitiremos que les entreguen en pedazos nuestro territorio, para que sepan a qué atenerse”.
Sostuvo que el movimiento que encabeza vigilará “cada una de las decisiones” relacionadas con la intención de entregar áreas exclusivas al capital privado, “y todo esto apoyado con la movilización ciudadana, de modo que no se saldrán con la suya”.
Orador único ante miles de personas que se reunieron ayer en el Monumento a la Revolución, también llamó a los integrantes de las brigadas en defensa del petróleo a congregarse el martes a las 8 de la mañana en el Zócalo, para de ahí partir a la sede de la Cámara de Diputados –donde se votarán los dictámenes a las minutas del Senado con la reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex)– como parte de las acciones de resistencia civil, que “es y seguirá siendo pacífica”, como forma de respaldo a los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP).
En un discurso que se prolongó 70 minutos, el ex candidato presidencial defendió los logros del movimiento para evitar la privatización propuesta por las iniciativas del presidente Felipe Calderón y del PRI. “Tengamos presente que querían legalizar la privatización de la refinación, del transporte, de los ductos y del almacenamiento de petrolíferos. Y eso lo paramos. Así como también se avanzó en otras demandas”, dijo.
También hizo un amplio reconocimiento a los técnicos, expertos e intelectuales que, aseguró, desde posiciones independientes y ejerciendo a plenitud su libertad, aportaron no sólo sus conocimientos y experiencias, sino su entrega desinteresada; de manera particular expresó su agradecimiento al Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo.
Aseguró que como a las cúpulas del PRI y del PAN, y desde luego a las compañías extranjeras, lo que más les interesa es el tema de los contratos, han insistido en su campaña de odio contra él y el movimiento. “Por eso la rabia en contra nuestra. No permitimos el engaño. Se les está cayendo su numerito. Decían que no había privatización, pero no tardaron mucho en enseñar el cobre”, afirmó.
Inclusive, se refirió a la propaganda negra que circula en el portal de Youtube. Dijo: “Hay hasta un espot en Internet donde dicen que soy Don Contreras. Prefiero eso a que me digan que soy un traidor a la patria”.
Es claro y del dominio público, insistió, que lo hasta ahora logrado se debe en lo fundamental al movimiento, y que por ello, “haciendo a un lado la campaña oficialista y tendenciosa en el sentido de que habíamos triunfado, muchos compañeros de buena fe, intelectuales, técnicos y expertos, sostenían que era el momento de aceptar lo hasta ahora aprobado, vigilar que se cumplieran los compromisos y luchar para evitar cualquier retroceso que signifique violar la Constitución, privatizar o que continúe la corrupción en Pemex”.
Sin embargo, recordó, el miércoles de la semana pasada se decidió iniciar las acciones de la resistencia civil hasta lograr que se incluyan en la reforma las demandas pendientes, sobre todo la prohibición expresa de asignar a compañías nacionales o extranjeras bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y producción del petróleo.
Expuso que, aun cuando en la sesión del jueves pasado los senadores Pablo Gómez, del PRD, y Dante Delgado, de Convergencia, insistieron en que se aceptara una modificación al proyecto de dictamen, para incluir en la fracción séptima del artículo 60 de la ley de Pemex la prohibición expresa de entregar áreas o bloques del territorio, en exclusiva, a compañías extranjeras, la mayoría panista y priísta –con los votos de un sector de senadores del PRD– se resistió. “Los senadores del PRI, como los del PAN, terminaron por rechazarla a pesar de que consultaron, quién sabe con quién y adónde, lo cual, como es lógico, nos generó mayores sospechas”, afirmó.
Aseguró que la lucha es para evitar que la corrupción siga creciendo en áreas estratégicas y recordó que en 1992 el ex presidente Carlos Salinas decidió modificar la ley secundaria para permitir que empresas particulares se dedicaran a la generación de energía eléctrica, lo cual ha incrementado el costo del servicio doméstico.
Aseguró que entre quienes se benefician “de este jugoso negocio” están quien fue el principal asesor de Salinas, José Córdoba Montoya, y Claudio X. González. “Tengo pruebas de que están asociados en una empresa que le vende energía a la CFE y de que mantienen contratos con Pemex gas y petroquímica básica.”
López Obrador explicó a sus simpatizantes que, en esencia, en el caso de la paraestatal la entrega de bloques implicaría que toda la zona petrolera del país, terrestre y marítima, fuera “lotificada para conceder estos bloques a empresas extranjeras que manejarían, en exclusiva, la exploración y la producción de hidrocarburos”.
Por ejemplo, dijo, de no precisarse la prohibición expresa en dicho artículo, el área clasificada como Aguas Profundas, que abarca una superficie de 57 mil kilómetros cuadrados en el Golfo de México –equivalente a más de una cuarta parte del territorio nacional–, sería dividida en 115 bloques o lotes de 5 mil kilómetros cuadrados cada uno. “Es como ceder a pedazos nuestro territorio a empresas extranjeras. Para tener una idea: cada bloque sería del tamaño de estados como Tlaxcala, Morelos, Colima o Aguascalientes”, abundó.
A lo largo de su discurso cuestionó el papel de los medios de comunicación. Dijo primero que, ante la falta de información, “debemos presionar, protestar y movilizarnos” para que, principalmente la televisión, actúe con responsabilidad y cumpla su función pública. Luego agregó: “Mucha responsabilidad tienen los medios en todo este desastre en el que está sumido el país, no sólo por la manipulación que ejercen sino, principalmente, por lo que callan o dejan de informar”.
Es lamentable, afirmó, que en los medios no se traten con rigor y profesionalismo los grandes y graves problemas nacionales, por lo que es necesario hacer valer el derecho a la información. Dijo que él mismo se presentará en Televisa para exigir que se le permita expresar sus puntos de vista porque, consideró, no es que la mayoría de los ciudadanos “nos tenga odio o esté en contra de nosotros; es que no tiene información”.
Esto se debe a que, definió, existe mucho control en los medios, que padecen una especie de totalitarismo. “Por eso tenemos que informar y seguir haciendo esta demanda. No crean que ya nos cerraron (la puerta) en Televisa y que así va a quedar. No, de repente, algún día me voy a ir a presentarme ahí a decir que quiero tiempo, que quiero espacio”, aseguró.
También consideró necesario unir la defensa de la economía popular con la del petróleo. “Las dos cosas. Con una mano defendamos y protejamos a nuestro pueblo, para que no sufra tanto con esta crisis económica, y con la otra mano sigamos defendiendo el petróleo”, planteó.
En esta nueva etapa del movimiento, López Obrador planteó cinco puntos: evitar despidos de trabajadores y un mayor desempleo; congelar los precios de alimentos, impuestos y servicios y reducir el precio de las gasolinas y el diesel, que ya han aumentado 24 veces este año –por lo cual definió a Calderón como “un mequetrefe, sin autoridad moral ni política”, porque en campaña prometió lo contrario–; exigir que el Estado intervenga “urgentemente, ya, mañana mismo, para frenar la caída de los ahorros en los fondos de las pensiones”; que aumente el presupuesto destinado al campo, y establecer el “estado de bienestar”, otorgando becas a los estudiantes de preparatoria y aumentar el presupuesto a todas las universidades públicas.