5 de marzo de 2009

REPORTE DE PRECAMPAÑA AL 5 DE MARZO:

LA PRECAMPAÑA DE NUESTRO PRECANDIDATO CESAR CARRILLO ADQUIERE MAYOR PRESENCIA Y RELEVANCIA AL SER EL UNICO EN ACTIVIDAD:

TRABAJO DE PROPAGANDA A TRAVES DE VOLANTES, FOLLETOS Y EL PERIODICO NACIONAL DEL PT EN SAN PEDRO CHOLULA:





DISTRIBUCCION DE PENDONES Y BOLSAS PLASTICAS CON LA IMAGEN DEL PRECANDIDATO Y DEL PRESIDENTE LEGITIMO EN EL MUNICIPIO DE SAN PEDRO CHOLULA:





EN EVENTO DE PRESENTACION DEL PRECANDIDATO DEL DISTRITO 11 EN LA COLONIA POPULAR DEL MUNICIPIO DE PUEBLA EL PASADO 01 DE MARZO:




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Critica que el gobierno no haga nada ante la crisis que todavía va a causar más daño

Más temprano que tarde el cambio va a llegar al país, asegura López Obrador

Ciro Pérez Silva
Enviado

Quiriego, Son., 4 de marzo. En más de dos años la mafia no ha podido destruirnos políticamente, y cuando hablo de mafia no me refiero a los que salen en la nota roja, sino a la banda de delincuentes más rapaz del país, la banda de Los Pinos, afirmó Andrés Manuel López Obrador, quien se dijo optimista y seguro de que más temprano que tarde el cambio va a llegar a México.

Al iniciar aquí la última etapa de su gira por los 2 mil 38 municipios de régimen de partido, López Obrador insistió en que no va a quitar el dedo del renglón hasta que no quede nadie sin saber que existe un movimiento que quiere cambiar las cosas, transformar la vida pública para que no exista más el político corrupto, prepotente y ladrón que tanto daño le ha hecho al país.

El tabasqueño señaló a la administración calderonista y condenó que cuando se avecina un huracán por la crisis económica, que desafortunadamente todavía va a causar más daño, el gobierno federal no haga nada, ni siquiera se moleste en informar claramente de lo que está pasando con una crisis que va a causar mortandad de pequeñas y medianas empresas, además de acentuar la migración de jóvenes en busca de empleo y un pronunciado abandono del campo.

Esta actitud del gobierno federal, dijo, hay que entenderla como el hecho de que existe gente que desprecia al pueblo y, sin embargo, cuando hay procesos electorales vienen a hacerle la barba, dando despensas o materiales de construcción y hasta dinero en efectivo para comprar los votos para seguir viviendo del presupuesto. Tienen ese truco bien ensayado, primero compran el voto y luego trafican con las carencias de la gente.

Aquí retó al gobernador de la entidad, Eduardo Bours, a que le respondiera por qué en el Distrito Federal sí hay becas para madres solteras, apoyo para adultos mayores y discapacitados, útiles y uniformes escolares gratuitos, atención médica y medicamentos, seguro para el desempleo y becas para estudiantes de educación media. Ahí le dejo a Bours para que me conteste, pero yo ya más o menos sé por qué en Sonora no hay esto, porque hay mucha corrupción. Sonora tiene todo, hay de todo, pero se lo clavan todo. Además la mentalidad de Bours es parecida a la de los hacendados porfiristas, se sienten de sangre azul.

Llamó a no seguir votando por los verdugos del pueblo, y enfatizó que el PRI y el PAN en las cúpulas son la misma cosa, comen del mismo plato, como lo demostraron, dijo, en las elecciones de 2006, “en las que el tricolor le ayudó al blanquiazul a robarnos la Presidencia de la República”.

Entonces, indicó López Obrador, el PAN contrató publicistas de España y Estados Unidos para hacernos la guerra sucia, para decir que si nosotros ganábamos iba a haber una devaluación, que se perderían empleos, que cerrarían empresas, y esto es lo que desgraciadamente está pasando. Son los mismos publicistas que contrató el Partido Republicano de Estados Unidos para decir que Barack Obama era un peligro para ese país.

El tabasqueño añadió que a dos años de este fraude, aquellos que creyeron en las mentiras de Calderón, aquellos que fueron engañados, estoy seguro que se están cuestionando.

López Obrador visitó también Villa de Juárez y Huatabampo, así como Etchojoa, Álamos, Navojoa y San Ignacio Río Muerto, donde se congratuló por la presencia de centenares de simpatizantes.

Si esto fuera un mitin del PRI o del PAN, esto estaría lleno de camiones y la gente estaría en la sombra, comiendo mole y esperando a que terminaran los oradores para pasar lista y recoger lo que les dan, no como ustedes, bajo el sol y escuchando nuestro informe; eso es lo que los otros partidos no tienen: gente comprometida con un cambio, que pueda ver a los ojos a sus hijos o nietos y decirles, cuando ellos les pregunten qué hicieron cuando se estaban acabando el país, que hicieron todo lo que estuvo en sus manos para lograr un cambio en el país.

El tabasqueño se dijo contento porque a pesar del esfuerzo continuado de la mafia de la política y de los grandes negocios, que fueron los que llevaron al pelele de Calderón a Los Pinos, no han podido acabar con nosotros; ellos no sólo querían cerrarnos el paso hacia la Presidencia, sino aplastarnos políticamente, pero no lo han logrado, por eso es que estoy confiado en que el cambio va a llegar, concluyó.


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¿Sindicatos?
Adolfo Sánchez Rebolledo

Ya es un lugar común describir el mundo sindical como el último reducto del viejo autoritarismo. La democracia, se dice, se detiene a las puertas del sindicato, con todas las implicaciones políticas y sociales que pudieran derivarse. Pero los críticos de la nueva hornada liberal no acaban de explicarnos cómo y por qué esos líderes anacrónicos sobreviven, sin que los aires de la alternancia democrática alteren su presencia. Al contrario, doña Esther se renueva a la sombra del presidente Calderón y al inefable Gamboa Pascoe en plena decrepitud se le concede el derecho a la genuflexión, un gesto de sabor añejo pero muy actual. Una vez más, las alianzas pragmáticas del poder se superponen a los discursos falsamente renovadores y la simulación florece en el reino de los gesticuladores. La ética exige poner fin al monopolio sindical, aunque en este nuevo mantra del democratismo sin adjetivos subsisten algunos supuestos objetables.

La primera cuestión que al menos teóricamente se debía abordar es si los sindicatos que tenemos son, en efecto, esas asociaciones voluntarias creadas por los trabajadores para la defensa colectiva de sus intereses o si, por el contrario, los defectos derivan menos de su condición de sindicatos que del hecho de no serlo, es decir, de su negación en cuanto al cometido que justifica su existencia.

Es verdad que, dada la heterogeneidad real del mundo del trabajo, así como la historia gremial y productiva de cada rama, las luchas y claudicaciones del pasado, existe una variedad de modelos organizativos y de prácticas, pero en el fondo la gran interrogante es si el sindicalismo mexicano actual, visto en su conjunto, representa a los trabajadores, o es, con las excepciones de rigor, una enorme falsificación que sirve a otros intereses. Eso es lo primero que debería dilucidarse. Hace unos días, Néstor de Buen, en entrevista a La Jornada, señalaba a grandes trazos cuál es el verdadero problema: “La verdad, más de 20 millones de trabajadores mexicanos no tienen derechos ni prestaciones. Muchos más ni trabajo tienen, y los que cuentan con éste es precario. Sólo 8 por ciento de sindicalizados conocen a sus líderes y revisan sus contratos. Ochenta y dos por ciento de ellos tienen organizaciones blanqueadas. Esto es frustrante, porque no hay una lucha generalizada por las garantías laborales en el país. Además, hay muchos sindicatos callados y sumisos y se carece de un Poder Judicial independiente del Ejecutivo”. Por eso, antes que intentar reformar desde afuera y desde arriba al sindicalismo real, la sociedad democrática debería crear las condiciones legales y políticas para permitir su refundación, es decir, su plena transformación en organismos autónomos para la defensa del interés legal e histórico de los asalariados.

No son esos los asuntos, empero, que interesan a los promotores de la reforma laboral que están cocinando los empresarios asistidos por el gobierno federal. Para ellos, el tema sindical se reduce en uno de sus extremos a someter al escrutinio público las finanzas de los líderes de cuya honorabilidad casi siempre con razones se sospecha. Por eso algunos comentaristas piden con la boca llena que los sindicatos pasen a ser sujetos obligados de las leyes de transparencia, para que cualquier persona pueda informarse sobre si están haciendo lo que deben con los recursos que reciben, con independencia de la fuente de la que provengan tales recursos (Miguel Carbonell, El Universal, 26/2/09). Parece muy radical, pero en verdad, ¿cualquier persona, o los miembros del sindicato, o una autoridad legítima? ¿Por qué sí los sindicatos y no, digamos, las empresas, las iglesias o las asociaciones civiles? (para un análisis más a fondo véase el texto La transparencia y los sindicatos, de Luis Emilio Giménez Cacho, presentada en un foro del IFAI en 2007).

Al final, lejos de atacar al corporativismo, cuya sobrevivencia depende –se ha visto hasta el hartazgo– de la connivencia del poder del Estado con las mafias sindicales, se pretende mediante la reforma laboral en puertas cancelar de una buena vez la posibilidad de que surja un verdadero sindicalismo. Que esto es así lo comprueba la llamada iniciativa Lozano, que en más de un sentido puntual responde al viejo sueño empresarial de cancelar toda resistencia laboral dentro de la empresa. El sector ultramontano quiere aprovechar la crisis para deshacerse de aspectos de la ley que les incomodan. Arturo Alcalde señala, por ejemplo, la reforma al artículo 83, que se refiere a la contratación y pago por horas, lo cual destruye de un plumazo el conjunto de garantías vigentes en materia de estabilidad, jornada, salario y prestaciones complementarias. Y añade: Seguramente la STPS alegará en su favor que el tope en salarios caídos y la contratación por horas existe en otros países, pero omitirá advertir que en ellos hay seguro de desempleo, contratación colectiva por rama de actividad, protección universal a la salud y retiro, tribunales imparciales y eficientes con recursos suficientes, sanciones a las violaciones empresariales y un conjunto de protecciones que no operan en el nuestro y que la propuesta laboral no contempla, puesto que evidentemente se limitó a atender las sugerencias de abogados empresariales, quienes hoy, con el pretexto de la crisis, buscan una ley laboral a la medida de sus deseos.

Pero donde se manifiesta más claramente la voluntad antisindical de la pretendida reforma laboral es en lo referente al ejercicio de la libertad sindical, contratación colectiva auténtica y derecho de huelga, pues se quiere obligar a los sindicatos a informar previamente los nombres de los trabajadores inconformes cuando se pretenda emplazar a huelga en busca de la firma de un contrato colectivo de trabajo o cambiar de sindicato. Se fortalece así el sistema de contratos de protección patronal y la prerrogativa actual empresarial de escoger al sindicato de su preferencia, manteniéndolo aun contra la voluntad de los trabajadores. Todas las libertades al patrón, todas las restricciones a los trabajadores y los sindicatos.

El enemigo a vencer no son los corruptos, pues con ellos han cohabitado por décadas políticos y empresarios, sino el sindicato como tal, considerado a la manera del siglo XIX, bien como un estorbo para el aumento de las ganancias o, al estilo de la patronal trasnacional del siglo XX, como un instrumento de la productividad al servicio de la patronal. En un caso y el otro el trabajador no cuenta. Por eso, como lo ha dicho de manera inmejorable Alcalde Justiniani, lo que está en juego no sólo son conquistas legales, sino un modelo de relación de la sociedad y el Estado con el mundo del trabajo, asunto capital, si lo hay, para definir nuestro futuro.


Téllez-Ahumada

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AUMENTO SALARIAL DE EMERGENCIA - REPARTO DE LAS HORAS DE TRABAJO
LTS-CC

http://www.foroambiental.org.ar/IMG/jpg/Aumento_salarial_de_emergencia-2.jpg

CONTRA EL DESEMPLEO Y LA CARESTIA DE VIDA

AUMENTO SALARIAL DE EMERGENCIA - REPARTO DE LAS HORAS DE TRABAJO

QUE LA CRISIS LA PAGUEN LOS PATRONES

La dura ofensiva contra la clase trabajadora muestra que el régimen democrático burgués, que la clase dominante pondera como la gran oportunidad para “todos”, no es tal. Los únicos socorridos son los empresarios y especuladores. Pues mientras la población trabajadora ve achicarse su salario, mediante los topes salariales, los “paros técnicos”, la creciente inflación y el alza de precios de la canasta básica, el gobierno entrega 400,000 millones de pesos a los empresarios para rescatarlos, además de otorgarles exenciones fiscales y obras en infraestructura.

Que la crisis la paguen quienes la provocaron

No es culpa de los trabajadores que los negocios capitalistas anden mal. Se les hace fácil echarnos a la calle a quienes por años les brindamos enormes ganancias. Los trabajadores no debemos pagar la crisis inherente a este sistema de explotación Y, por si no fuera suficiente, cada mexicano debe $ 32,685 por una deuda externa desviada hacia el Fobaproa y el rescate a los patrones y los banqueros. Lo que está en juego es la sobrevivencia de decenas de millones de asalariados y sus familias; la verdadera fuerza productiva de este país, junto a los millones de campesinos. Es necesario movilizarnos y decir con fuerza: no somos responsables de la crisis del capitalismo que echa millones a la calle, y no puede garantizar el elemental derecho al trabajo. ¡Trabajo para todos! ¡Que la crisis la paguen los patrones!

Reparto de las horas de trabajo y aumento salarial de emergencia

La oleada de despidos en el país es alarmante: entre noviembre y diciembre del 2008, se perdieron 400,000 empleos; tan sólo en Baja California fueron 30 mil empleos. De conjunto, en el último año, en la industria manufacturera se despidió al 8.22 % del personal. Ford echa a cientos en Hermosillo; General Motors despidió a 526 empleados de la planta del municipio de Silao; en Jalisco se despidió a 5000 trabajadores. En Pepsi, la división embotelladora recortará 2200 empleos. Cemex anunció una reducción de 10% de su planta.

A su vez, los paros técnicos se profundizan. En Morelos, Nissan se impusieron los cuatro viernes de enero; en Volkswagen de Puebla 9400 trabajadores son afectados; la Chrysler parará un mes; en Querétaro, las automotrices anunciaron paros técnicos por tres meses, afectando a 3000 trabajadores. En Cd Juárez, un 25% de las maquiladoras están en paro técnico. La lista es larga. Pero para los patrones y el gobierno estos despidos y cierres son solamente cifras; medidas necesarias para estabilizar sus negocios. La Concamin le propone, a la colaboracionista burocracia sindical, reducir salarios y echar más gente a la calle. Por otra parte, el gobierno destinó 2 mil millones de pesos para apoyar a las empresas que hagan paros técnicos.

Ante esto, es necesario un programa que luche por nuestros intereses. La primera y elemental medida es un aumento de emergencia que compense la devaluación del peso y la inflación. Pero, para garantizar que los salarios no queden nuevamente por debajo de la inflación, hay que luchar por escala móvil de salarios: esto es, que a cada aumento de precios, los salarios aumenten en la misma proporción, y que ello quede estipulado en los contratos colectivos de trabajo. Ante los cierres técnicos y los despidos, hay que imponer el reparto de todas las horas de trabajo entre toda la mano de obra disponible. Toda empresa que cierre o despida, debe ser expropiada y puesta a funcionar por sus trabajadores. No basta con medidas mínimas. Ante la crisis y los golpes de la patronal, hay que atacar sus intereses, solo así se puede evitar el desempleo y la miseria para decenas de millones.

Esas son las medidas primeras que habría que levantar. Aunado a ello, hay que proponer un Plan Nacional de Obras Publicas administrado por los trabajadores, que base sus recursos en la expropiación de los grandes grupos de capitalistas que se aprovecharon del Fobaproa, los rescates carreteros, etc., y en impuestos a las grandes fortunas. Junto a esto, hay que echar atrás todas las contra-reformas reaccionarias, como la reforma laboral, la reforma educativa y a la seguridad social, a la vez que enfrentar el robo de las AFORES peleando por la estatización de los fondos de retiro bajo control de los trabajadores.

Ante el saqueo y la expoliación que ha arrojado a México a la miseria, es imprescindible, junto a dejar de pagar la deuda externa, echar abajo el TLC y romper todos los lazos que nos atan y subordinan al imperialismo norteamericano (y europeo), expropiando a las grandes transnacionales del agro, la industria y la banca. Desde la LTS luchamos por este programa, como parte de nuestra lucha por una perspectiva socialista y una republica obrera, basada en la expropiación de los terratenientes y los capitalistas.

Por una gran lucha nacional y un programa obrero de emergencia

Esta ofensiva contra los trabajadores cuenta con el apoyo abierto de la traidora burocracia del Congreso del Trabajo, que la justifica diciendo que son medidas para evitar despidos masivos o el cierre de empresas. Como vemos, nuestras organizaciones son usadas en contra de la clase trabajadora. Por eso hay que acabar con estos parásitos, y democratizar los sindicatos para organizar la defensa de las conquistas obreras. ¡Abajo los privilegios de la burocracia! ¡Fuera charros de los sindicatos!

Las organizaciones de trabajadores que se reclaman independientes deben pasar de las palabras a los hechos: si quieren enfrentar el ataque tienen que ponerle fecha a la movilización y al paro nacional. Tampoco basta con reducir los sueldos de los funcionarios o bajar la gasolina; estas medidas, aunque sean vistas como progresivas por millones, son insuficientes para enfrentar el ataque.

Solo la movilización en las calles y un plan de lucha escalonado, integrando a los trabajadores de las centrales oficialistas, soldando el frente único y tras un programa obrero de emergencia, puede ponerle un alto al gobierno y hacer que la crisis la paguen los patrones. Los sindicatos como el SME, la CNTE, el SITUAM, el Dialogo Nacional, junto a organizaciones clasistas como el Frente Único de Trabajadores, debemos impulsar una campaña nacional contra el desempleo y la carestía, y organizar desde las bases –por ejemplo mediante un Encuentro Nacional basado en delegados electos- un plan nacional de lucha que culmine en la Huelga General.

Para impulsar esta campaña, hay que poner en pie comités en los centros de trabajo, colonias y barrios, que luchen por: Ni despidos ni reducción salarial Aumento salarial de emergencia Escala móvil de salarios Reparto de las horas de trabajo entre empleados y desempleados Expropiación de toda empresa que cierre o despida

LTS LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO
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Los derechos laborales en México se encuentran en grave riesgo, advierte el abogado

Se abrirán las puertas de la revolución si continúan represión e injusticia: De Buen
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Viciada, la defensa de los trabajadores, afirma Néstor de Buen durante la entrevistaFoto Luis Humberto González
Patricia Muñoz Ríos

Si en el país continúa la represión contra trabajadores y sindicatos, los tribunales siguen del lado de los patrones y se mantiene el castigo indiscriminado a los salarios y el cercenamiento de los derechos laborales, se abrirá la posibilidad de una revolución, porque la gente no aceptará morir de hambre así como así, advierte el experto en derecho laboral Néstor de Buen, quien mañana recibirá la medalla de la Legión de Honor Nacional de México, que es otorgada por méritos extraordinarios en los ámbitos civil o militar.

Advierte que en el país las garantías laborales están en grave riesgo, y señala que la crisis puede ser el gran pretexto de este gobierno para intentar acabar con los conceptos básicos de defensa de los empleados y con la misma Ley Federal del Trabajo.

De Buen plantea que actualmente la defensa de los derechos de los trabajadores se ha viciado por intereses políticos y corrupción. Explica que el derecho, en sí, no se ha corrompido, pero los protagonistas sí, porque permean prácticas viciadas de los sindicatos corporativos con la venta de contratos de protección a diestra y siniestra; líderes que aceptan vender a los trabajadores en cualquier conflicto por jugosas propinas, y todo ello solapado muchas veces por las autoridades en la materia.

El derecho laboral está pasando una etapa difícil; “espero que no sea definitiva, pero, la verdad, más de 20 millones de trabajadores mexicanos no tienen derechos ni prestaciones. Muchos más ni trabajo tienen, y los que cuentan con éste es precario. Sólo 8 por ciento de sindicalizados conocen a sus líderes y revisan sus contratos. Ochenta y dos por ciento de ellos tienen organizaciones blanqueadas. Esto es frustante, porque no hay una lucha generalizada por las garantías laborales en el país. Además, hay muchos sindicatos callados y sumisos y se carece de un Poder Judicial independiente del Ejecutivo. Inclusive, se necesitaría una ley laboral reformada en términos más positivos para los empleados.

Expuso que, en la práctica, hay una ataque constante y feroz contra los derechos de los trabajadores. Relató que como defensor del sindicato minero, los abogados no nos estamos enfrentando nada más a la empresa, sino también a la Secretaría del Trabajo. Imagino que a la Presidencia también, así como a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. Pero aun así se está dando la batalla. Añadió que en este caso Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación –a quien llama mi amigo–, no ha desmentido a la fecha que siga representando los intereses de Grupo México, lo cual es preocupante.

El abogado, quien lleva más de medio siglo litigando, ya perdió la cuenta sobre el número de libros que ha publicado en las materias de derecho laboral, civil y seguridad social –algunos han sido reditados hasta 20 veces– y es profesor emérito de Universidad Nacional Autónoma de México, respecto de la medalla que se le otorgará, indica que para él es importante y tiene interés en recibirla, porque su abuelo, Odón de Buen, oceanógrafo de fama mundial, recibió esa condecoración del gobierno de Francia, donde originalmente se instituyó el reconocimiento.

La condecoración le será entregada en una ceremonia que se llevará a cabo en la Escuela Nacional de Jurisprudencia el miércoles en la tarde, por su defensa en materia laboral, la cual la comenzó en los años 50.

Tras haber laborado en una financiera, la Junta Local de Conciliación y Arbitraje y el Instituto Mexicano del Seguro Social abrió un despacho y empezó a litigar para innumerables sindicatos y grupos de trabajadores desde el siglo pasado. Inclusive, también ha representado empresas. A La Jornada se integró como colaborador a invitación de los fundadores del diario, luego de que asumió su defensa cuando dejaron el unomásuno para editar el nuevo periódico.

De su relación con autoridades de la Secretaría del Trabajo, señala que en los sexenios anteriores hubo respeto mutuo. Incluso, quien fue titular de la dependencia en el gobierno anterior, Carlos Abascal, fue su amigo, aun cuando nunca hubo coincidencia política. Sin embargo, no ha sido así con el actual secretario, Javier Lozano, quien le ha mandado mensajes en los que lo califica de supuesto experto laboral. Éstos en verdad me han hecho mucha gracia, dice el abogado, quien está preparando otro libro e hizo un espacio para la entrevista porque escribía el domingo en la tarde dos discursos: uno para un foro internacional y otro para recibir su medalla.