Se desploma el PRD; se convierte en la sexta fuerza política de PueblaMÓNICA CAMACHO
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Puebla continúa en declive. En la elección federal del domingo pasado no sólo obtuvo la mitad de los votos que esperaba la dirigencia local, sino que se convirtió en la sexta fuerza política del estado al ser superado en votos por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), la alianza que conformaron los partidos Convergencia y del Trabajo, y la expresión del voto blanco.
Para el politólogo René Valdivieso Sandoval y el representante del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo Alberto Cordero Dávila el electorado se percató de que el sol azteca dejó de encarnar los movimientos progresistas y traicionó sus principios al negociar con los gobiernos federal y estatal.
Por el contrario, el dirigente de la organización política en Puebla, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, sostuvo que los malos resultados en este proceso electoral son consecuencia de los ataques políticos que orquestaron los gobiernos federal y estatal, la falta de respaldo de Andrés Manuel López Obrador y la traición de aquellos militantes que prefirieron apoyar la alianza PT y Convergencia.
Sin embargo, intentó minimizar la derrota al señalar que el PRD aún es el partido más fuerte de la izquierda en el país.
De acuerdo con los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del IFE, el PRD consiguió 5.86 por ciento de los sufragios el domingo pasado, cuando de la Rosa señaló que el mínimo a obtener sería 10 por ciento.
El sol azteca fue superado por el PVEM, el cual captó 6.7 por ciento de los votos; la alianza “Salvemos a México” que ganó 6.68 por ciento de los sufragios; y el voto nulo que concentró 7.31 por ciento de las boletas utilizadas.
La tendencia a la baja se mantiene desde las elecciones locales de 2007, en las cuales el PRD dejó de ser la tercera fuerza política del estado para convertirse en la cuarta organización más importante, después del Partido Verde Ecologista de México.
Entrevistado sobre el tema, Alberto Cordero, integrante del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo que encabezó López Obrador, afirmó que el PRD está perdiendo adeptos por la cercanía de la dirigencia con el partido en el poder.
“El sol azteca se hizo polvo, porque la gente no es tonta, se percató de que Nueva Izquierda –corriente que encabeza a la organización a nivel nacional y estatal– se plegó al PAN a nivel nacional y al PRI en el estado”, aseveró.
El problema, añadió, se centra en que el partido está tan viciado que resulta improbable un cambio a mediano plazo, pues los líderes se interesan más en relacionarse con los gobernantes que en modificar el trabajo interno.
Por su parte, el investigador de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) Rene Valdivieso criticó que los dirigentes del sol azteca consideren que una “oposición responsable” es aquella que acuerda con las autoridades federales y estatales “cualquier cosa”.
“La organización necesita reorientar su estrategia política; determinar cuáles son los temas en los que podrá negociar y en qué puntos será intransigente, pues de lo contario seguirá desestimulando la posibilidad de un proyecto de izquierda”, indicó.
Asimismo, consideró que los líderes de Nueva Izquierda tienen que resolver la confrontación con López Obrador, ya que el conflicto está provocando más rupturas al interior del partido.
Las divisiones impidieron al sol azteca capitalizar el voto de castigo que recibió el Partido Acción Nacional (PAN) en estas elecciones, situación que aprovechó el PRI para reposicionarse, concluyó.
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| CUITLATLÁN Marín podrá ser el gran elector en 2010 | | FERMÍN ALEJANDRO GARCÍA Un día después de los comicios, la discusión entre los priistas es quién es el responsable de la victoria, del “carro completo”. Sin duda alguna, el principal autor es el gobernador Mario Marín Torres, junto con un grupo de cuatro operadores electorales. Lo interesante de esto no es señalar lo que es obvio, sino cuáles serán las consecuencias, y una de ellas es la siguiente: El resultado de Puebla, junto con el de Nuevo León y Colima, le darán un amplio margen a Mario Marín Torres para decidir quién debe ser su sucesor y romper en la entidad con la regla no escrita de “gobernador no pone gobernador”, pues ahora más que nunca, el mandatario poblano tiene esa posibilidad sin que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI sea un obstáculo. Me explico: en Colima y Nuevo León los gobernadores en funciones, Silverio Cavazos Cevallos y Natividad González Parás, respectivamente, osaron rebelarse contra el CEN priista y nombrar ellos a los candidatos del tricolor a las jefaturas del Poder Ejecutivo en esas entidades. Ambos asumieron desde un principio la responsabilidad del resultado de los comicios de este domingo. Es decir, se la jugaron. De nada sirvió que Beatriz Paredes mostrara su desagrado con el aspirante de Colima, Mario Anguiano, a cuya familia se le ha involucrado en asuntos del narcotráfico. Al final se impuso la voluntad del mandatario saliente Silverio Cavazos. Esas dos entidades fueron tomadas como un laboratorio por parte de los marinistas y al darse un resultado favorable al PRI, todo hace indicar que Mario Marín Torres, al igual a como ocurrió en Nuevo León y Colima, ha tomado el pulso de la situación y tiene condiciones favorables para asumir el control del próximo proceso electoral local, sin la ingerencia del CEN priista y del senador Manlio Fabio Beltrones, quien domina una parte importante de la cúpula nacional del tricolor. Es claro que el resultado del domingo en el cual el PRI poblano obtuvo el llamado “carro completo” es parte de una tendencia nacional, en la cual las preferencias del PAN se desplomaron y las del PRI se mantuvieron estables; pero también contribuyó de manera decisiva la estrategia que se siguió en el estado, la cual fue diseñada por Mario Marín Torres y su brazo derecho en asuntos electorales, Alejandro Armenta Mier. Los responsables de instrumentar esa estrategia fueron cuatro operadores: Javier García Ramírez, Javier López Zavala, el propio Alejandro Armenta Mier y Darío Carmona García, quienes cuidaron diversos aspectos de los candidatos –como fue el discurso sobre la actual crisis económica–, de la cohesión de los grupos y que se realizara la movilización de la estructura priista el día de los comicios. Ese grupo de cuatro operadores seguramente jugará un papel prioritario en 2010, ya qué de ahí podría salir el próximo candidato a gobernador –entre Alejandro Armenta y López Zavala– o a edil de la capital –entre Armenta, López Zavala y Armenta–, además de que seguramente volverán a ser los responsables de la estructura priista. Aunque para el caso de la candidatura a edil de Puebla, otros dos marinistas, ahora más que nunca tienen posibilidades de acceder a esa postulación: Ello son Valentín Meneses Rojas y Mario Montero Serrano. Micalco se debe ir Si hubiera un poco de sentido común y de dignidad en el PAN de Puebla, el presidente de ese partido en el estado, Rafael Micalco Méndez, debería renunciar al cargo o lo deberían quitar, tal como sucedió este lunes con el líder nacional del albiazul, Germán Martínez Cázares, pues el dirigente local de dicho partido literalmente de todas las elecciones internas y constitucionales que le ha tocado enfrentar, no ha ganado una sola. Desde la época en que Francisco Fraile García era el cacique del PAN –a finales de los años 80– y hasta la fecha, quizá el presidente más gris que ha tenido el partido de la derecha en Puebla es sin duda alguna Rafael Micalco Méndez, quien ha hilvanado puras derrotas y ningún triunfo tanto en elecciones constitucionales como en la cohesión interna de ese instituto político. Micalco es un alfil del Yunque y de la facción que le antecedió en el control del partido, formada por Eduardo Rivera Pérez y José Antonio Díaz García, que con tal de defender los intereses de grupo ha marginado a muchas corrientes del PAN –como la del senador Ángel Alonso Díaz Caneja o de la ex subsecretaria de Gobernación, Ana Teresa Aranda– y no ha podido poner freno a las pugnas entre expresiones, los cual han sido un factor para que Acción Nacional perdiera el control de importantes bastiones como Atlixco, San Martín Texmelucan y Tehuacán. Si se hace un breve repaso, en 2007 Micalco enfrentó su primer proceso electoral como presidente y el PAN perdió todas las plazas importantes donde gobernaba el PAN, a excepción de San Andrés Cholula. En la capital inició el blanquiazul con una ventaja de más de 12 punto al final acabó vapuleado. Ahora, en 2009 el PAN se va con las manos vacías. Con esos resultados y la pésima conducción de Micalco, todo hace suponer que para 2010 el PAN se encamina a otro fracaso electoral. Y desde esa perspectiva, Micalco se ha convertido en el principal activo del PRI dentro del PAN. El éxito de una operadora del magisterio Algo que pocos se han percatado, es que en el distrito de Zacatlán a lo largo del proceso electoral se enfrentaron dos estructuras. Una que representa a la parte oficial del SNTE. Y otra, a la corriente democrática del magisterio. La vencedora fue la corriente democrática del magisterio, que estuvo encabezada por la ex dirigente del SETEPI, Laura Artemisa Chávez García. Mañana le cuento en qué consistió ese enfrentamiento y sus posibles consecuencias. | |