14 de junio de 2008

OTRO ALTO EJEMPLO DE HEROISMO Y MUESTRA DEL HOMBRE NUEVO DEL QUE HABLABA ERNESTO EL CHE GUEVARA:

Ilán Semo

Notas sobre Allende


Salvador Allende, en La Moneda, en una de sus últimas imágenes antes de morir en el ataque golpista contra la sede presidencial- ASSOCIATED PRESS

El próximo 26 de junio se celebran 100 años del nacimiento de Salvador Allende. En la amable plaza que hoy corteja al Palacio de La Moneda en Santiago de Chile se erigen dos estatuas de artefacción reciente. Una representa la figura de Allende, que se quitó la vida el 13 de septiembre de 1973 antes de ser aprehendido por los militares golpistas encabezados por Augusto Pinochet. La otra recrea la efigie de Eduardo Frei, su predecesor, el presidente demócrata cristiano que gobernó al país en los años previos a los mil días de la Unidad Popular. El primer memorial es en cierta manera comprensible. La restauración de las libertades políticas en Chile, con el consiguiente desplazamiento de Pinochet del poder a partir de 1989, debía llegar en cierto momento al reconocimiento de quien las defendió con su propia vida. ¿Pero qué simboliza el memorial a Frei?

Seguramente, el antiguo mandatario de la DC merece todos los honores de un hombre que se abocó a reformar su propia tradición para instalarla en los reclamos de una sociedad que exigía cambios sociales esenciales. ¿Pero no acaso fue la DC uno de los principales partidos –en ello coinciden la mayoría de los protagonistas y los historiadores– que no sólo abonó el camino para deslegitimar al gobierno de Allende sino al régimen democrático mismo?

Voluntaria o involuntariamente, la nueva geografía memorial de la plaza de La Moneda alude al compromiso histórico –la alianza entre el Partido Socialista y el Partido Demócrata Cristiano– que hizo en gran medida posible devolver a la sociedad chilena lo que la junta militar le había arrancado por la fuerza más desgarradora: un régimen fincado en la pluralidad política, las garantías ciudadanas y el estado de derecho. Un compromiso que ha transformado la práctica del Partido Socialista no sólo en el mayor laboratorio de la política chilena para enfrentar los retos de la globalización, la crisis de representación política y la eclosión del Estado-nación, sino en uno de los paradigmas centrales para la izquierda de América Latina. Todo ello, a mi manera de ver, como un complejo, sinuoso y laborioso resultado de lo que fue la tragedia y la experiencia de Allende.

Remontémonos al año del 73.

Meses antes del fatídico 13 de septiembre, la mayor parte de la sociedad chilena sabía que la opción del golpe de Estado se había transformado en un problema táctico para la mayor parte de las fuerzas del bloque del centro y la derecha que se oponían a las reformas sociales. Las fuerzas que apoyaban a Allende estaban profundamente divididas. Una parte considerable de su propio partido, junto con las franjas más radicalizadas de la política nacional, pugnaban por una solución de choque. Frente a esta polarización, las fuerzas más fieles al presidente socialista nunca perdieron de vista que en el dilema que planteaba la crisis, la defensa del régimen de derecho, de la institucionalidad constitucional y de las libertades políticas era el patrimonuio más valioso que la izquierda podía aportar para allanar una “nueva vía” de transformación de la sociedad. Una vía gradual, una vía no revolucionaria, incluso a costa del peligro que representaba la amenaza del golpe.

Allende desoyó todos los llamados a instaurar un régimen de excepción para contrarrestar a las fuerzas golpistas. De no hacerlo, su camino habría sido el de todos los regímenes en América Latina que habían privelegiado coartar las libertades a cambio de asegurar hipotéticamente un orden más justo.

De alguna manera intuyó que la justicia sin libertad sólo equivaldría a una nueva forma de sojuzgamiento, y que la libertad sin justicia se traduciría en otra forma de sociedad que se devora a sí misma. Y este legado es el que hoy constituye el paradigma de todos aquellos que están convencidos de que los males endémicos de América Latina pueden ser enfrentados con un régimen fundado en las libertades políticas.

VA EL DESFILADERO DE AVILES:



Desfiladero

Jaime Avilés

■ ¡Alerta, Morelia: Aguas de Barcelona va para allá!

■ En riesgo, 20 ciudades

Hoy, cuando ustedes lean estas líneas, Felipe Calderón ya habrá inaugurado en España el pabellón mexicano de la Expo Zaragoza, una feria mundial sobre el tema de los recursos hidráulicos, su conservación para el futuro y su creciente escasez en el presente. Allí el empleado de los grandes consorcios ibéricos alabará de nuevo la privatización del agua potable de Saltillo, Coahuila, un atraco en medio de los desiertos del noreste mexicano que, en junio de 2003, como director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), calificó de “caso de éxito” y “modelo a seguir” para otras ciudades.

A pesar de las interminables quejas de los saltillenses en contra de Aguas de Barcelona, la trasnacional que les cobra las tarifas más abusivas del mundo, pero los condena a la sequía dentro de sus hogares cuando dejan de pagar tres cuotas mensuales, Calderón, seguramente, enviará señales favorables a los accionistas de la empresa, que han fijado condiciones muy puntuales para apoderarse, dentro de tres años, del agua potable de Morelia.

Datos en poder de esta columna hablan de que Aguas de Barcelona, expulsada de Argentina, Uruguay y Brasil, y envuelta en graves problemas en Chile y Colombia, planea añadir a su patrimonio las redes de distribución de agua potable de Querétaro, Monterrey, Aguascalientes y 16 ciudades más, con el apoyo de las empresas pertenecientes al banco La Caixa de Catalunya, es decir, Repsol, su filial Gas Natural de México, y otras. Como salta a la vista, el del agua potable es otro negocio de la banda de saqueadores, que amenaza con ampliar sus transacciones ilícitas en el subsuelo, ahora matándonos de sed.

Tras el predecible espectáculo de la comitiva mexicana en Madrid –que no tuvo empacho en alojarse en la residencia de Francisco Franco ni en reiterarles a los empresarios españoles que la privatización de Pemex va porque va–, el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo debe extremar precauciones y prepararse para una lucha aun más ardua y compleja después de la consulta popular del 27 de julio.

Claro está que antes de pensar en ello debemos fortalecer, lo más que se pueda, la organización de la propia consulta, a la que Calderón se niega por lo mismo por lo que se opuso, en 2006, al voto por voto, casilla por casilla: porque sabe de antemano que el resultado le será adverso y, peor todavía, porque ese ejercicio democrático, anhelado por millones de mexicanos, se está convirtiendo en un plebiscito que a la postre dirá si el espurio debe continuar al frente del Ejecutivo o entregar su cargo ilegítimo.

El Loro Negro al ataque

Hace 10 años, en vísperas de la consulta nacional convocada por Andrés Manuel López Obrador sobre el Fobaproa, un grupo de entusiastas, del que era parte Enrique Legarreta, promovió un sketch para cuatro actores con el fin de explicarle al público en qué consistía tan complejo problema y cuáles serían sus consecuencias, mismas que estamos de hecho sufriendo.

Los personajes eran dos boxeadores, el Peso Mexicano y el Dólar, así como la Cartera Vencida y el Juez. Las funciones transcurrían en la vía pública, donde los comediantes improvisaban una especie de ring y el juez anunciaba a gritos: “¡Pelearaaán 10 rounds!”. Eso bastaba para detener a los transeúntes e iniciar la desigual batalla entre la divisa estadunidense y nuestra devaluado cuproníquel.

El Gran Teatro del Fobaproa tuvo como centro de operaciones el salón de El Hábito, de Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe, donde mañana y tarde, a cada rato se escuchaba el “¡pelearaaán 10 rounds!”, de los ensayos. Para montar el espectáculo se constituyeron ocho grupos, a los que se añadieron dos más que ya existían, y a lo largo de una semana, todos ellos dieron un total de 80 funciones.

¿Cuándo una obra teatral, por minúscula que fuera, había tenido 80 representaciones en siete días? Obvio: después de la Conquista, cuando la Iglesia escenificaba autos sacramentales. Hoy, con motivo de la inminente intentona panista de privatizar Pemex, el pasado 24 de mayo apareció en Internet El Loro Negro, un nuevo libreto para teatro de calle. He aquí algunas de las respuestas que ese trabajo, hasta la fecha, ha recibido en su blog cuya dirección es www.eloronegro.blogspot.com.

“Lámpara de Diógenes”, del Círculo de Estudios Central, se ofreció a grabarlo en video. Desde San Mateo Atenco, “la voz del barrio” se “sumará a la difusión”. Edgar Castelán (“soy uno de los sobrevivientes del Gran Teatro del Fobaproa”) adelantó que lo montará con su compañía El Teatro del Fantasma: “Ya hicimos algunas cosas en formato radio que están circulando en las asambleas informativas con textos de El Fisgón”.

“Pterocles Arenarius” recordó que en 1998 hizo “10 representaciones de El Gran Teatro del Fobaproa en la colonia Moctezuma del DF. Ahora estoy en Guanajuato, tierra de yunques, pero vamos a convocar y a poner el loro negro por supuesto”. Conny Arias ha difundido la dirección del blog “en todos los espacios”. Y “Sucilayu” mandó “un saludo y abrazo fraterno desde Yucatán”, donde va a divulgar el texto “para que se vea que la RCP (Resistencia Civil Pacífica) sí funciona”.

Desde Mexicali, Baja California, “Marisela” prometió enviar el sketch a familiares y amigos, con la esperanza de que se monte porque allá, agrega, “sólo hay Televisa y Tv Azteca”. Y mientras “tierra mía” afirma que lo “pondrá en práctica” en Morelos, Jorge Salazar opinó que “será una aportación muy valiosa para contrarrestar la estupidez difundida por” las televisoras. En tanto, Guadalupe Zepeda estima que El Loro Negro “expresa al 100 por ciento la situación política del país” y externa que ojalá pueda verla en su lugar de residencia, Córdoba, Veracruz.

Desde Puebla “Magdalena” reporta que rescribió el skecth para lograr un montaje de 50 minutos que estrenará de mañana en ocho, al abrigo de una inmensa brigada defensora del petróleo, meta que también se han fijado las actrices del Parque México, que hoy se reunirán allí al medio día. Poco a poco, según parece, la idea entra felizmente en los dominios de la realidad.

Además de agradecer sus comentarios a “masiosare”, “alexrasta”, y “gilberto”, Desfiladero pide a todas las personas que quieran trabajar en El Loro Negro, grabarlo en video o presentarlo en cualquier lugar del país, que escriban a este buzón para coordinarnos. Desde ya, muchas gracias.

HACE 80 AÑOS NACIO EL HOMBRE NUEVO:

Che Guevara: mensaje de aniversario

HASTA SIEMPRE,

COMANDANTE!!!

Este 14 de junio el revolucionario cumpliría 80 años

Frei Betto*

Este 14 de junio el Che Guevara cumpliría 80 años. Su militancia entre nosotros terminó a los 39.

Pero no consiguieron matarlo. Hoy está más vivo que en sus cuatro décadas de existencia real. Además, son raros los revolucionarios que, como Mao y el propio Fidel, envejecen. Muchos derramaron temprano su sangre para contribuir al proyecto de un mundo de libertad, justicia y paz: Jesús, con 33 años; Martí, 42; Sandino, 38; Zapata, 39; Farabundo Martí, 38; sólo para citar unos pocos ejemplos.

El enemigo se debe arrancar los cabellos al constatar que, hoy, Che se encuentra más presente que en la época en que ellos creían poder asesinar las ideas. Intentaron todo para condenarlo al olvido; cortaron su cuerpo y escondieron sus miembros en diferentes lugares; inventaron sobre él toda suerte de mentiras; prohibieron que su literatura circulase en muchos países. Fénix obstinada, Che revive en fotos, música, espectáculos teatrales, filmes, poemas, novelas, esculturas y textos académicos. Hasta una cerveza bautizaron con su nombre, la Unique Garden. La imagen de su rostro conforme la famosa foto de Korda ocupa el centro de las salas de las viviendas.

Al constatar que las cadenas no aprisionan los símbolos, ni las balas matan los ejemplos, inventaron falsas biografías para intentar difamarlo. En vano. Hasta en los juegos de futbol los aficionados levantan pancartas con su rostro. Y vean que no se gasta un centavo en esa propagación de su imagen. Ella sola tiene importancia por reflejar las ideas que hicieron de él un revolucionario. Nada de eso es fruto del marketing. Son gestos espontáneos de quienes quieren enfatizar que la utopía permanece viva.

Hoy, al resumir el legado del Che y celebrar sus ochenta años nos exige mantener el corazón y los ojos vueltos hacia la preocupante situación de nuestro planeta, donde impera la hegemonía del neoliberalismo. Multitudes, sobre todo jóvenes, son atraídas al individualismo y no al espíritu comunitario; a la competitividad y no a la solidaridad; a la ambición desmedida y no a la lucha en pro de la erradicación de la miseria.

Se habla tanto del fracaso del socialismo en el este europeo y casi nunca del fracaso inevitable del capitalismo para los dos tercios de la humanidad, de los 4 mil millones de personas que viven por debajo de la línea de pobreza.

Nos angustia también la degradación ambiental. Si los líderes mundiales hubiesen oído el alerta de Fidel en la Cumbre del 92 en Río de Janeiro quizás la devastación no hubiese llegado al extremo de provocar frecuentes tsunamis, tornados, tifones y huracanes jamás vistos, sin hablar del calentamiento global, del deshielo de los casquetes polares y la desertificación de los bosques. La devastación de la Amazonia es alarmante.

El barril de petróleo, que cuesta 10 dólares en la boca del pozo, ya cuesta más de 120 dólares en el mercado. Es triste constatar que grandes áreas agrícolas para la alimentación son reservadas para la producción de etanol destinado a nutrir los 800 millones de vehículos automotores que circulan en todo el planeta y no a los 824 millones de bocas hambrientas amenazadas por la muerte precoz. Frente a ese mundo en que la especulación financiera suplantó la producción de bienes y servicios, en que la bolsa de valores sirve de termómetro de la supuesta felicidad del hombre, ¿qué hacer?

Bolívar debe estar feliz con la primavera democrática en América del Sur. Después de los ciclos de dictaduras militares y gobiernos neoliberales, ahora el pueblo elige gobiernos que rechazan el ALCA, aprueban la Alba y refuerzan el Mercosur y repudian la invasión de Irak y el bloqueo a Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos.

¿Cuál es la mejor manera de conmemorar los ochenta años del Che? Creo que el mejor regalo sería ver a las nuevas generaciones creyendo y luchando por otro mundo posible, donde la solidaridad sea hábito, no virtud; la práctica de la justicia una exigencia ética; el socialismo el nombre político del amor.

¡Construir un mundo sin degradación ambiental, hambre y desigualdad social!

En vísperas del aniversario 50 de la Revolución cubana, todos debemos encararla cada vez más, no como un hecho del pasado y sí como un proyecto de futuro.

* Publicado originalmente en Granma

QUE OTRA COSA SE PODIA ESPERAR EL PELELE: QUE HASTA EN EL EXTRANJERO LO REPUDIEN:

■ Rechazan violaciones a derechos humanos e impunidad

Con protesta, madrileños dicen adiós al Ejecutivo mexicano

Claudia Herrera y Armando G. Tejeda (Enviada y corresponsal)

En la ciudad de Zaragoza, España, minutos antes de que se inaugurara la Expo Internacional 2008, los reyes dieron la bienvenida al mandatario mexicano y su esposa En la ciudad de Zaragoza, España, minutos antes de que se inaugurara la Expo Internacional 2008, los reyes dieron la bienvenida al mandatario mexicano y su esposa Foto: Ap

Madrid, 13 de junio. En la última etapa de su gira por Madrid, en un encuentro con industriales en el hotel Ritz, el presidente Felipe Calderón se encontró a su llegada con una recepción agridulce: por un lado, lo más granado y selecto del empresariado madrileño. Por otro, un grupo pequeño, pero muy ruidoso, de unas 30 personas. Los manifestantes querían denunciar la violación a los derechos humanos en México, la “expoliación” en las comunidades indígenas y la “impunidad” de crímenes como los ocurridos en San Salvador Atenco, estado de México, donde fueron violadas y ultrajadas varias mujeres, entre ellas las españolas Cristina Valls y María Sastres.

Calderón llegó de despedirse de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, del Palacio del Pardo, donde por la mañana se reunió con un grupo de empresarios con intereses en México e intenciones de ampliar su presencia en el país en los próximos años. Hasta ese momento, en sus tres días en Madrid, el único episodio que había provocado sobresalto al aparatoso dispositivo de seguridad del mandatario fue la insolación de varios miembros de la Guardia Real.

Los grupos de defensa de los derechos humanos y las asociaciones vinculadas con el movimiento civil mexicano hicieron un primer intento el miércoles por acercarse a Calderón y expresarle su malestar por la situación en México, en el Congreso de los Diputados. El fuerte dispositivo de seguridad impidió que se aproximaran a su coche.

Así, los colectivos, cercanos al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, decidieron acudir a las puertas del hotel Ritz, donde desplegaron tres grandes pancartas, en las que se leía: “Empresas españolas+gobierno mexicano= genocidio indígena”. Bajo el amparo de una orden judicial, que había autorizado la protesta en “un lugar visible”, la policía no tuvo más remedio que permitir la movilización pacífica.

Alrededor de las 14 horas, cuando empezaron a llegar de manera insistente vehículos de gran cilindrada, la mayoría con vidrios blindados y equipo de seguridad, los manifestantes gritaron con más fuerza sus consignas. Entre ellas, “justicia para Atenco”, “Zapata vive, la lucha sigue” y “presos y presas, libertad”.

Empresarios, periodistas y dirigentes políticos que iban llegando espaciadamente al citado hotel miraban de reojo, perplejos y nerviosos, la protesta pacífica, en la que también fueron colocadas en lugar visible grandes cruces rosadas, que recordaban a las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, que a la fecha permanecen impunes, y cruces blancas, en las que escribieron los nombres de algunos indígenas asesinados por grupos paramilitares.

“Tenéis las manos manchadas de sangre”, gritaban sin cesar los manifestantes ante la llegada de personas que se iban a encontrar minutos después con el Presidente mexicano, quien llegó alrededor de las 14:15 horas a las puertas del hotel. Ahí fue recibido por representantes de los organizadores del encuentro, el Foro Nueva Economía, quienes lo hicieron ingresar rápidamente. A pesar de todo, el mandatario escuchó cómo desde un potente altavoz le gritaban de nuevo en Madrid: “asesino”, “fraudulento” y “usurpador”.