REPRESION EN CAMPECHE: GORILAS DEL EMP Y DEMAS FUERZAS REPRESIVAS DE FECAL AGREDEN A CIUDADANOS Y PARTIDOS DE CAMPECHE.
sábado, 01 de marzo de 2008 | |
Resguardan seguridad de Reunión de CONAGO / Hasta después de las 17:00 horas, todo volvió a la normalidad en la capital campechana AMPECHE, Cam. 29 de febrero.- Elementos antimotines de la Policía Federal Preventiva (PFP) impidieron violentamente que más de 200 manifestantes del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo (MNDP) arribaran a los alrededores del Centro de Convenciones “Campeche Siglo XXI”, donde el ilegítimo Felipe Calderón Hinojosa y 25 de los 32 gobernadores del país se encontraban reunidos. Luego de una marcha que partió a las 12:30 horas de la Concha Acústica y circuló por el Circuito Baluartes, que rodea el centro histórico de la capital campechana, los simpatizantes del gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador, en su mayoría con banderas tricolores, arribaron a la calle Luis Alvarez Barret, a sólo dos cuadras del Centro de Convenciones, como a las 13:30 horas. Los protestantes sólo buscaban entregar un escrito dirigido al espurio Calderón Hinojosa y a los 32 gobernadores, para demandar que asumieran y definieran una postura sobre la reforma energética, y para exigir que se abra el debate sobre el tema a toda la población y no sea sólo la clase política nacional la que tome una decisión tan trascendente para el país. Pero como confesaron elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) al director de Gobernación estatal, Fernando Murillo Campos, quien insistió una y otra vez en recibir el documento y hacerlo llegar a sus destinatarios para desactivar la protesta, “la orden no es esa”. Y es que desde que llegaron los manifestantes a la avenida Miguel Alemán, unos 25 policías federales ya los esperaban, pero como vieron que eran muchos, los del Estado Mayor Presidencial mandaron a buscar otro pelotón, con cuyos integrantes ya lograron establecer un cerco total sobre la calle Luis Alvarez. “¡Aquí no pasa nadie, señores!”, expresaron los soldados del Estado Mayor, atrás de la valla de policías, ante las peticiones de los dirigentes estatales de los partidos Convergencia y del Trabajo, así como del Comité Estatal Ciudadano en Defensa del Petróleo, para que una comisión ingresara al Centro de Convenciones y entregara el escrito. Entonces, los gritos de los manifestantes arreciaron y comenzaron a aventar las banderitas, envases de PET y volantes que portaban contra los antimotines. “¡No vamos a permitir la privatización del petróleo. Ya nos robaron la presidencia y ahora quieren robarnos el petróleo!”, expresaron los inconformes. Los policías arremetieron con sus macanas y escudos, pero no en plan de resistencia, sino de ataque, y entre los forcejeos, un dirigente de Convergencia, Manuel Zavala Salazar, logró cruzar la valla y ya detrás, fue jaloneado por los agentes de la PFP y devuelto materialmente en vilo por dos elementos del EMP. “¡Sácalo, sácalo, sácalo!”, ordenaba un desesperado jefe del Estado Mayor, que veía como la columna de policías se debilitaba por momentos, tanto que el saldo al final de la refriega fue la pérdida de tres escudos, tres macanas y una espinillera. “¡Al próximo que cruce la valla, nomás lo agarran de las manos y los pies y lo avientan de aquél lado!”, ordenaron los desconcertados oficiales del EMP, que inmediatamente mandaron a traer dos pelotones más de antimotines, entre los cuales llegó un agrupamiento local. Para ese momento, otros dos grupos de antimotines habían copado también a los manifestantes en los dos flancos de la avenida Miguel Alemán y los jefes del EMP insistían a gritos a los dirigentes: “Controlen a su gente, no nos hacemos responsables”, y como respuesta obtenían reclamos de “represión, represión, represión, no usen los garrotes contra las mujeres”. La valentía exhibida por mujeres y jóvenes frente a los efectivos de la Policía Federal Preventiva, fue el pretexto que luego utilizaría una estación de radio cercana, perteneciente a la cadena Sipse, para exclamar que los habían usado como carne de cañón y que el Comité Estatal Ciudadano en Defensa del Petróleo había pagado 50 pesos por cabeza. La provocación del EMP El colmo de la provocación llegó con la orden de los oficiales del Estado Mayor: “Hay que empujar hasta el fondo. Sobre de ellos”, ya que uno de los elementos del EMP incursionó armado entre los manifestantes, quienes lo recibieron a golpes, pero logró escurrirse sobre la avenida Miguel Alemán. Un fotógrafo local fue alcanzado y recibió un rozón en la sien derecha. “Ahora se impone la ley del garrote, la ley del escudo. Jorge Carlos Hurtado te teníamos respeto, pero hoy ya te lo perdimos, porque esta no es manera de tratar a los campechanos, no nos dejan manifestarnos”, indicó una voz convergente desde el micrófono. “Cuántas gasolineras tiene la familia de Juan Camilo Mouriño, cuántos negocios no ha hecho con Pemex, y la mayoría del pueblo sigue en la miseria”, agregó y cuestionó que los gobernadores estuvieran en el Centro de Convenciones reunidos con el pelele de Calderón, “con grandes climas, con grandes lujos”. Fue hasta ese momento que los jefes del Estado Mayor cayeron en la cuenta de que no contaban con cámaras para grabar y fotografiar “cómo nos quitan las macanas, los escudos y las espinilleras” para entregarlas luego al Ministerio Público, y pidieron al director de Seguridad Pública, Samuel Salgado Serrano, las mandara a traer. Casi al final, llegaron los voceros de la Secretaría. Al lugar también llegaron enviados de la Procuraduría General de Justicia del Estado, entre ellos el director de Averiguaciones Previas, Daniel Martínez Morales, quien informó que levantaría una constancia de hechos por el zafarrancho. “¡Mouriño, gusano, no eres mexicano! “¡La Patria no se vende, la Patria se defiende! Este pueblo no es el agresor de policías, sino los policías son los agresores de las mujeres, mientras que la única riqueza que nos queda nos la quiere quitar el inquilino de Los Pinos”, gritaban una y otra vez los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador. “¡El pueblo unido jamás será vencido! ¡Mouriño, gusano, no eres mexicano, ni campechano!”, exclamaban los protestantes, al término de cada discurso de la larga lista de oradores. “¿Dónde se acabaron los excedentes petroleros? Deben ser para combatir la miseria y la pobreza que prolifera en el campo”, exigía desde el micrófono el dirigente del Frente Campesino Independiente “Emiliano Zapata”, Luis Antonio Che Cu. Por su parte, el dirigente de Convergencia, Manuel Ramos Herrera, recordó que el 10 de enero, el diputado priísta, Emilio Gamboa Patrón, hizo el anuncio de que en los días posteriores, el PRI presentaría una iniciativa para privatizar el petróleo, y ahora salen como hipócritas a negar tal intención. La denuncia de diputado Finalmente, el diputado federal del PRD por Ecatepec, Salvador Ruiz Sánchez, tomó el micrófono y acusó a los gobernadores y al espurio Felipe Calderón de no respetar un acuerdo para entregarles el manifiesto y llamamiento al pueblo de México por la soberanía alimentaria, los derechos de los trabajadores y las libertades democráticas. El manifiesto está suscrito por diversas organizaciones campesinas y obreras del país y se había concertado con la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), entregarles copia a los mandatarios estatales e intervenir en la reunión. Sin embargo, el legislador denunció que los elementos del Estado Mayor Presidencial no lo dejaron acercarse al Centro de Convenciones, donde se celebraba la XXXIV Reunión Ordinaria de la Conago. Una hora y media después de iniciada, el dirigente estatal de Convergencia, Aníbal Ostoa Ortega, dio por terminada la manifestación e invitó a los presentes a asistir a la gran concentración nacional en el Zócalo de la Ciudad de México, el próximo 18 de marzo, en defensa del petróleo, no sin antes devolver el equipo incautado a los policías, “para que no los arresten”, y cantar los himnos al petróleo y nacional. “¡Ya le echamos a perder la comida al espurio!”, celebraron en broma los manifestantes, mientras las playeras de algunos de ellos dejaron en claro a las huestes de Calderón Hinojosa que “el petróleo tiene dueño: México”. (Daniel Sánchez) CAMPECHE, Camp. 29 de febrero.- Policías federales, estatales y municipales, así como elementos del Ejército Mexicano y la Armada de México, tendieron un cerco de seguridad en torno a los participantes de la XXXIV Reunión Ordinaria de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), que tuvo lugar en la capital campechana. Al filo de las 17:00 horas de este viernes, retornó la tranquilidad y los campechanos volvieron a la normalidad ante el retiro del Estado Mayor Presidencial, quienes por dos días mantuvo sitiada la ciudad, así como el constante circular de camionetas suburban y vehículos de lujo, en el que fueron trasladados los invitados de honor. Una vez concluida la reunión de la Conago, más de 580 uniformados se reincorporaron a sus bases, algunos fueron enviados a descansar, mientras que otros continuaron con sus actividades cotidianas, que es la vigilancia para mantener la paz social. En este tenor, se pudo constatar que previo al evento de la Conferencia Nacional de Gobernadores, los cuerpos policíacos municipales, estatales y federales se coordinaron e implementaron estrategias para garantizar la seguridad de los gobernadores, invitados especiales y el ilegítimo Felipe Calderón, durante su estancia en la capital campechana. Para ello, la Secretaría de Seguridad Pública movilizó a 400 efectivos de la Policía Estatal Preventiva, 84 cadetes de esa corporación, alrededor de 150 elementos de las direcciones de Seguridad Pública de los diversos municipios, personal de Vialidad, del Cuerpo de Bomberos y Rescate Terrestre, así como del área mecánica y desbalizamiento. En tanto, la Procuraduría General de Justicia del Estado, a través de la Policía Ministerial, coadyuvó en las medidas de vigilancia que se le brindó a los funcionarios estatales y federales, así como patrullamientos en el Centro de Convenciones, el hotel sede, el parque principal y otros sitios a los que se desplazaron los invitados. Cabe destacar que los policías estatales uniformados y de civiles, desde dos días antes previo al evento nacional, también resguardaron la seguridad de los funcionarios, aunado a que a pie, en motopatrulla y camionetas periféricas, intensificaron las vigilancia en todos los sitios de los eventos. Por su parte, las Fuerzas Federales de Apoyo de la Policía Federal se encargaron de colocar retenes y dirigir la circulación sobre la avenida Pedro Sainz de Baranda mejor conocida como la Costera, donde por momentos revisaban los automotores, en especial los camiones de carga y a los que portaban placas de afuera. Mientras, grupos de militares, navales y de las Fuerzas Federales de Apoyo vestidos de civiles reforzaron las medidas de vigilancia en las inmediaciones del Centro de Convenciones “Siglo XXI”, a donde no permitían el paso a personas ajenas al evento, mientras que funcionarios de la actual administración, invitados y prensa, previa identificación, eran enviados a las entradas específicas, pues en caso contrario, no se les permitía el acceso. También se pudo constatar que el Cuerpo de Bomberos instaló su base provisional en la parte posterior del hotel sede, mismo que estaba rodeado de soldados, navales, policías estatales y de las Fuerzas Federales de Apoyo, cuyos autobuses y camiones estaban estacionados con más refuerzos, vigilando que nadie se acercara. Sin embargo, cabe señalar que en la parte posterior del hotel, los uniformados no solamente soportaron los candentes rayos del sol, sino también la pestilencia que despendían las aguas encharcadas que provienen de las grandes empresas transnacionales asentadas en dicha zona. El cuerpo de antimotines, compuesto por elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), así como otro grupo de las Fuerzas Federales de Apoyo, que permanecían aparcados cerca del Centro de Convenciones, entró en acción, cuando un grupo de manifestantes intentaron acercarse para entregar un pliego petitorio a los participantes en la reunión. Es de mencionar que los servidores públicos de los tres niveles de gobierno, quienes lamentablemente estuvieron bajo las órdenes del Estado Mayor Presidencial, mostraron disciplina y respeto hacia el público en general. Pero hay que señalar que los integrantes del Estado Mayor Presidencial se excedieron en sus funciones, como siempre sucede, pues ejercitaron un trato rudo hacia los uniformados, representantes de los medios de comunicación e invitados, pues a gritos y empujones trataron de meter el control, cuando son ellos mismos los que alteran el orden. (Lilí López Vera) EN EL TRANSCURSO DEL DIA AMPLIAREMOS LA INFORMACION. ATTE. BLOG CCCP. |
■ Vamos a ver qué hacen nuestros legisladores con el caso, señala
Mouriño, culpable de tráfico
de influencias, insiste AMLO
■ Asegura que los medios se ocupan más ahora de su movimiento
La Jornada',650,600); return false;"> Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador recibió muestras de apoyo de decenas de personas durante su gira por Nayarit Foto: La Jornada
San Blas, Nay., 29 de febrero. Ante las evidencias irrefutables de la participación de Juan Camilo Mouriño en negocios de su familia con el gobierno federal mientras se desempeñó como legislador del PAN, “esperamos a ver qué hacen nuestros diputados y senadores, porque él está utilizando el tráfico de influencias”, argumentó Andrés Manuel López Obrador.
De gira por la entidad, también expuso que el movimiento nacional que defiende la soberanía del pueblo sobre sus recursos permanece a pesar de los ataques que el poder ha orquestado mediante los medios de comunicación;“si no existiera nuestro movimiento ellos no se ocuparían de nosotros”.
Criticó la campaña mediática que el Movimiento en Defensa de la Soberanía Nacional ha sufrido y refirió que ahora más que nunca la movilización encabezada por él se ha tomado en cuenta por periódicos, televisoras y radiodifusoras.
En el recorrido que lo llevará a visitar los 20 municipios de la entidad hasta el domingo, López Obrador se trasladó de Tepic a la región de Bahía de Banderas, donde alrededor de 400 personas reunidas en la comunidad de San Juan del Valle lo escucharon denunciar los intentos del gobierno federal por privatizar el sector energético:
“Nada de lo que se dice es cierto, dicen que hay que privatizar Pemex porque no hay dinero, ¡eso no es cierto! Todo el dinero que llega de Pemex a las arcas del gobierno se va por los caños de la corrupción.”
Con dureza, la emprendió contra funcionarios y gobernantes, de los cuales “nuestros padres nos enseñaron que son gentes decentes y preocupadas por la nación. Pero no, ya se degradó todo lo relacionado con la administración pública. Ahora es una banda mafiosa”.
Recordó que en días pasados él denunció públicamente las actividades “ilegales” del secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, cuando se desempeñó como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, y entonces firmó contratos con el gobierno federal en beneficio de su familia sin que mediara licitación ni ningún requisito legal.
“¿Por qué lo puso (Felipe) Calderón en la Secretaría de Gobernación?, porque son socios; porque no les alcanza lo que obtuvieron en sus tratos con la Comisión Federal de Electricidad y ahora quieren venir por el petróleo.”
Recordó que por intermediación del titular de Gobernación se autorizó un contrato suscrito por la Comisión Federal de Electricidad con la empresa Repsol por un monto de 15 mil millones de dólares y esa, entre otras evidencias, no han sido refutadas por Mouriño.
“Ayer contestó el secretario diciendo que era una calumnia, pero no respondió a las preguntas generadas por los documentos; no respondió por qué sí está su firma; veremos qué van a hacer nuestros legisladores porque él está utilizando el tráfico de influencias para beneficiar a su familia. Y nosotros no vamos a permitir que se privatice el petróleo. ¡No podemos cruzarnos de brazos!; si cometen esta felonía nuestros hijos nos lo van a reclamar.”
A media mañana, y en pleno día hábil, mujeres y hombres de la comunidad de Bahía de Banderas acudieron al llamado para escuchar el mensaje de su líder. López Obrador refirió que los ataques en su contra por la defensa del petróleo y los recursos naturales del país, que si bien son negativos, importan mucho al ámbito del poder y sus medios de comunicación.
“Hay tres periódicos de la ciudad de México donde hoy aparecemos en ocho columnas; el Reforma dice que Bejarano me apoya, no sólo es Bejarano, yo creo que hasta los trabajadores de ese periódico me apoyan y el mismo (Alejandro) Junco seguramente apoya este movimiento, que es representativo de la nación.
“También, hoy aparecemos en El Universal y Milenio, y aunque sean ataques estamos presentes, porque sí les importamos, porque si no existiera nuestro movimiento no se ocuparían de nosotros.”
Esa alocución le valió que las señoras que acudieron a escucharle gritaran: “¡Es un honor estar con Obrador, es un honor estar con Obrador!”
De la bahía más grande del litoral mexicano, López Obrador se dirigió a Compostela, hacia el centro de Nayarit. En ese sitio se reveló que el gobernador de la entidad, Ney González, giró una orden expresa a los medios de comunicación para que no publicaran una sola línea ni le dieran tiempo en los espacios televisivos ni radiofónicos a la gira del “presidente legítimo”. Y así fue, la información relativa a las actividades de éste sólo apareció en un diario.
Y es que durante los recorridos que ha realizado por distintos municipios, López Obrador ha manifestado su aprecio y respaldo irrestricto al doctor Miguel Ángel Navarro, diputado federal, quien se perfila como el principal candidato a la alcaldía de Tepic y posteriormente a la gubernatura del estado.
De Compostela, el grupo que acompaña al tabasqueño se trasladó a San Pedro Lagunillas, donde advirtió a sus pobladores que los mensajes gubernamentales en torno a la escasez de dinero para invertir en la modernización de Petróleos Mexicanos “¡son puras mentiras!” Recordó que “David Rockefeller, quien fue un gran capitalista, sostuvo que el gran negocio del mundo es el petróleo, pero aquí es el peor”.
Y es que los administradores de la industria la han expoliado y ahora pretenden que el pueblo pierda la propiedad de los hidrocarburos, dijo, y si lo perdemos nos convertiremos en una colonia.
No obstante, reiteró que desde el poder “nos están bombardeando con el tema del petróleo; pensaban que iba a estar fácil, y no está nada fácil, pero estemos preparados porque hay una banda que es la peor de todas. La banda de Los Pinos”.
Al concluir el recorrido por la mitad de los municipios de Nayarit, López Obrador se dirigió al puerto de San Blas, donde explicó no sólo a pescadores y sus familias, sino a ciudadanos estadunidenses, quienes aplaudían su exposición, que en la efervescencia contra la intentona de privatizar el sector energético “cuando el gobierno pierde la vergüenza, el pueblo pierde el respeto”.
■ Debe dejar el cargo mientras se le investiga por tráfico de influencias y otros delitos, afirman
Mouriño, insostenible en la SG,
plantean legisladores perredistas
■ El funcionario incurrió además en peculado y uso indebido de facultades, según Monreal
■ González Garza desecha que se vaya a recurrir a la SFP; el FAP estudia acciones legales
El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, debe retirarse del cargo mientras se lleva a cabo la investigación sobre su presunta responsabilidad en tráfico de influencias y otros delitos relacionados con la obtención de contratos de Petróleos Mexicanos (Pemex) cuando ya era servidor público, demandaron diputados y senadores del PRD.
El coordinador de los diputados, Javier González Garza, y el vicecoordinador de los senadores perredistas, Ricardo Monreal, coincidieron, en entrevistas por separado, en que la separación del cargo es fundamental para que no haya presiones desde el poder que entorpezcan o frenen las investigaciones.
Monreal precisó que el Frente Amplio Progresista (FAP) definirá el próximo lunes las acciones judiciales que emprenderá contra Mouriño, toda vez que la documentación presentada por Andrés Manuel López Obrador prueba que el ahora responsable de la política interior del país obtuvo contratos de Pemex por más de cien millones de pesos para las empresas de su familia.
Los contratos le fueron adjudicados, precisó, entre diciembre de 2000 y junio de 2006, cuando ocupó cargos públicos, por lo que incurrió en por lo menos cinco delitos, entre ellos tráfico de influencias, peculado, uso indebido de facultades y atribuciones, y colusión de servidores públicos.
Por separado, el diputado González Garza dijo que no es posible que “una persona ligada familiarmente, y que firma como responsable de unas empresas contratistas de Pemex, pueda permanecer en su puesto”.
Sobre la afirmación del funcionario de que renunció a la participación accionaria en las empresas de su familia, manifestó que “el problema es que no lo hizo a tiempo”.
En los documentos que López Obrador entregó el domingo pasado “hay firmas específicas” de Mouriño que demuestran que incurrió en tráfico de influencias, “por lo menos”.
Respecto de las acciones que tomarán en la Cámara de Diputados y el Senado, González Garza consideró que “sería ocioso” llevar el caso a la Secretaría de la Función Pública, porque no habría imparcialidad en la investigación. Insistió en que el secretario de Gobernación debe renunciar.
En el mismo sentido se pronunció el diputado Alejandro Sánchez Camacho, coordinador de asuntos económicos de la fracción perredista en San Lázaro.
Subrayó que la separación es fundamental para no entorpecer las investigaciones respecto de los contratos que negoció con Pemex cuando se desempeñaba como coordinador de asesores de Felipe Calderón, entonces secretario de Energía.
El diputado Sánchez Camacho informó que en los próximos días presentarán ante la Procuraduría General de la República una denuncia contra Mouriño por tráfico de influencias, con base en el artículo 221 del Código Penal Federal.
“No podemos aceptar que un integrante del gabinete federal aparezca como uno de los principales impulsores de la reforma energética y tenga esta sospecha de tráfico de influencias”, señaló durante la mesa de discusión Estado e industria del petróleo en México, organizada por el PRD.
Por su parte, Monreal deploró que haya “una intención política y mediática de sobredimensionar los errores del PRD para ocultar los actos ilícitos de Mouriño”, ya que lo verdaderamente escandaloso no es el incidente durante la concentración del domingo pasado afuera de la torre de Pemex, ni la aparición de René Bejarano en las campañas perredistas, sino el tráfico de influencias del secretario de Gobernación y los abusos en que incurrió para obtener beneficios económicos. De ahí que, insistió, debe retirarse del cargo.
Desfiladero
Jaime Avilés
Un coyote llamado Mouriño
En YouTube, letrero de “se vende Pemex”
Asociación delictuosa de funcionarios de alto nivel
En evidencia, la alianza Calderón-chuchos
Ampliar la imagen Simpatizantes de López Obrador, en el mitin del domingo Foto: Cristina Rodríguez
Felipe Calderón ha iniciado de la peor manera posible su campaña hacia la privatización de la industria petrolera. La semana pasada, militantes de la resistencia civil pacífica obtuvieron, y colgaron en el portal de YouTube, un video de cinco minutos, hecho en Los Pinos, que pretende convencer al respetable público de que Pemex debe “asociarse” con empresas privadas extranjeras para explotar los ricos yacimientos de crudo que hay en el Golfo de México a 3 mil metros de profundidad.
En su entrega del sábado anterior, Desfiladero invitó a sus lectores a gozar de ese interesante material propagandístico. Hasta anoche unas 5 mil personas lo habían visto, después de teclear las palabras “spot Pemex”, en el buscador de YouTube. Y casi todos los comentarios que los espectadores han dejado en el foro adyacente rechazan la tesis oficial de que México no puede obtener la tecnología indispensable para extraer ese petróleo sin compartir las ganancias con intereses privados, como repite hasta el cansancio la voz del locutor.
Al día siguiente, domingo, en un mitin frente a la torre de Pemex, Andrés Manuel López Obrador puso en manos del diputado Javier González Garza un paquete de expedientes que documentan irrefutablemente las actividades ilícitas que el ahora secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, efectuó entre los años 2000 y 2003, primero como diputado federal panista y presidente de la Comisión de Energía –cuando Calderón coordinaba la fracción parlamentaria de AN– y luego como subsecretario de Energía, cuando el michoacano era titular de la dependencia.
Aprovechando sus cargos públicos, Mouriño firmó contratos con Pemex por más de 26 millones de pesos, para que su empresa, Transportes Especializados Ivancar, trasladara productos derivados del petróleo sobre las rutas Irapuato-Guadalajara, Rosarito-Mexicali, Ciudad Madero-San Luis Potosí y Gómez Palacio-Parral.
“Mouriño pudo firmar los tres contratos con Pemex gracias a que su hermana María de los Ángeles Mouriño Terrazo le cedió ‘poder general para pleitos y cobranzas, actos de administración y dominio’ (…) ante el notario público 2 de Champotón”, Campeche, de acuerdo con la nota de Enrique Méndez y Ciro Pérez Silva publicada ayer por La Jornada.
En una de las copias de ese contrato, se lee con toda claridad que lo firmaron “por una parte Pemex Refinación, representado por el ingeniero Jesús Villarreal Gallegos en su carácter de gerente de transporte terrestre, a quien en lo sucesivo se le dominará Pemex Refinación, y por la otra la empresa Transportes Especializados Ivancar SA de CV, representada por el sr. Juan Camilo Mouriño Terrazo en su carácter de apoderado general, a quien en lo sucesivo se le denominará el transportista”.
Frente a la elocuencia de esos documentos, Mouriño olvidó lo que había prometido semanas atrás, cuando al llegar a Gobernación afirmó que “no dialogaría” con López Obrador sino con el Congreso en torno a la privatización de Pemex. Sin embargo, anteayer, de visita en Los Cabos, Baja California Sur, donde atendía a representantes de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, en el contexto de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), se tragó sus palabras.
Pálido, frío, con ojos de piedra y sin escrúpulos de ninguna clase, el favorito de Los Pinos negó que hubiese cometido tráfico de influencias al amparo de sus cargos públicos, y ofreció entregar a las autoridades competentes (?) toda la información que tiene al respecto para que ésta emita “una opinión legal”. Eso, hay que repetirlo, sucedía el jueves. Pero Mouriño no contaba con que ayer, viernes, un segundo expediente lo señalaría como culpable de haberle entregado a la petrolera española Repsol, sin licitación pública de por medio, un contrato por 16 mil millones de dólares, para que ésta le venda gas natural, importado de Perú, a la Comisión Federal de Electricidad.
A la luz de tamañas denuncias, que pintan a Mouriño como un verdadero agente de los intereses ibéricos en México, y como un coyote de alcances ilimitados, empieza a entenderse con más claridad a qué obedeció la saña del linchamiento que los medios de comunicación, orquestados como de costumbre por la batuta de Bucareli, lanzaron desde el mismo domingo, y sostuvieron a lo largo de toda la semana, en contra de los seguidores de López Obrador, tras lo que ahora resulta ser un nuevo montaje, en esta ocasión protagonizado por Carlos Navarrete y un puñado de provocadores, para tender la enésima cortina de ruido sobre los asuntos que la derecha golpista no desea que la gente conozca.
Pero si las revelaciones de López Obrador confirman que detrás de la llamada “reforma energética” hay una escandalosa corrupción, en que sobresalen tanto el tráfico de influencias como la asociación delictuosa de funcionarios de alto nivel para privatizar Pemex, la pataleta, pésimamente escenificada por Navarrete y por el propio González Garza, y secundada por los diputados Juan N. Guerra y Francisco Sánchez Arreola, debilita otro segmento fundamental de la estrategia calderonista para la venta de la industria petrolera: la alianza del gobierno de facto con los chuchos.
Una cosa es una rechifla –expresión civilizada de repudio colectivo–, y otra muy distinta es la agresión física de unos montoneros a una persona indefensa. Sin embargo, pese que a González Garza se llevó tan sólo una sonora y prolongada rechifla en recompensa a su “patriótica” labor legistaliva, y Navarrete sufrió en cambio un reprobable acoso con violencia física, ambos dijeron en todos los medios que habían sido víctimas de un “ataque”.
A continuación, Juan Guerra –a quien mucho le ha complacido la designación del nuevo Luis Carlos Ugalde en el IFE– señaló al autor de esta columna y a otros escritores y dibujantes de La Jornada como instigadores de la rebelión de las masas antichuchistas, pero Sánchez Arreola fue aun más lejos al adelantar que presentaría ante la Procuraduría General de la República una denuncia penal contra un blog de la resistencia.
Entre tanto, González Garza y Ruth Zavaleta se dejaron agarrar los brazos y la espalda, insistentemente, al retratarse con Emilio Gamboa y César Camacho, la mañana del martes, entre sonrisas de júbilo, cuando aprobaron la ley Gestapo con leves modificaciones, poniéndose una vez más al servicio de los intereses de Calderón y traicionando a sus votantes, que no los eligieron para que respaldaran políticas de la derecha golpista.
Allá ellos, que optaron por separarse del movimiento de masas que los elevó al poder... Legislativo. A sólo 15 días de las elecciones en el PRD, que los chuchos ganarán mediante un fraude cocinado meses atrás, los caballos de Troya que Calderón incrustó en las filas de López Obrador, se reducirán a meros caballitos de feria, para entretenimiento y diversión de los curiosos.