■ La STPS no tomó en cuenta a los sindicatos, se quejan líderes
Gubernamental, la versión de reforma
laboral que llegará a los legisladores
El documento para la reforma laboral que presentará la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ante el Congreso de la Unión esta semana no lo conoce el sector sindical. La dependencia no incorporó ni tomó en cuenta la opinión del sector obrero sobre las modificaciones propuestas, sólo le informó parcialmente al respecto, por lo que el proyecto será de exclusivo “cuño gubernamental”.
Lo anterior fue expresado por líderes de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y del Frente Sindical Mexicano, encabezado por el Sindicato Mexicano de Electricistas, quienes agregaron que no hubo una consulta real ni un verdadero diálogo con la dependencia para integrar el documento sobre reforma laboral que se presentará a los legisladores, por lo que si se insiste en recortar prestaciones y afectar derechos laborales habrá oposición al proyecto.
El presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores, Agustín Rodríguez, señaló que con esta central no hubo ningún diálogo sobre la reforma y que hay un desconocimiento total del documento.
“El secretario del Trabajo ofreció que antes de presentar cualquier propuesta nos haría llegar el primer borrador, para que expresáramos nuestra opinión. Nos informó, incluso, que el gobierno quería que fuera una propuesta de consenso, y ahora nos enteramos de que ya se va a presentar unilateralmente ante el Congreso de la Unión, y no conocemos nada del documento”, dijo.
Jamás hubo intercambio de opiniones con el sector sindical sobre los puntos y temas que se quieren reformar y “nunca habría acuerdo en que sólo se cambien artículos y partes de esta ley que le convienen al sector empresarial, como la disminución de los derechos de los trabajadores y la cancelación de conquistas”; si se insiste en ello habrá inconformidad, no se logrará el consenso para la reforma y hasta podría haber movilizaciones en contra, dijo el también líder del STUNAM.
En el mismo tono, el secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas, Fernando Amezcua, planteó que la STPS tampoco los llamó al diálogo para la reforma laboral. No hubo siquiera un intercambio de opiniones y “quizás eso se deba a que lo que se está buscando con esta reforma es limpiarle el camino a las empresas para que pasen sobre los derechos de los trabajadores”, dijo.
“Quieren legalizar la terciarización; reducir las prestaciones, dar menos garantías para el trabajo seguro; acabar con derechos como la antigüedad y el escalafón, flexibilizar la contratación; fijar el pago por hora y desaparecer las horas extras, pero no se ven beneficios para el sector obrero con esta reforma. Pero lo grave es que el gobierno no tiene proyecto laboral: la modificación de la Ley Federal del Trabajo es otro de los compromisos que tiene que cumplir con los organismos financieros internacionales”, dijo Amezcua.
Sin embargo, tampoco a la máxima central obrera del sector corporativo, el Congreso del Trabajo, se le presentó por anticipado el proyecto. Incluso, su dirigente, Enrique Aguilar Borrego, sostuvo que la dependencia les propuso que la iniciativa fuera por consenso, pero que eso era como “firmar un cheque en blanco” y no lo iban a hacer, porque desconocen el documento que se va a presentar ante el Congreso.