20 de noviembre de 2008

DEL BOLETIN PTemas:


A PROPOSITO DEL COCHINERO DE LOS CHUCHOS Y EN OTROS PARTIDOS DE LA IZQUIERDA:

Vicios en la izquierda.

Por Juvenal Quijano

Para aquellos que militamos en algún instituto o agrupamiento de la izquierda electoral de nuestro país, resulta preocupante y a veces vergonzoso los vicios que se observan al interior de nuestros partidos, puesto que en ocasiones llegamos a visualizar fenómenos igual de grotescos o escandalosos como los que se observan al interior del prianismo, o de los otros partidos paleros de estos como es el verde, la alternativa socialdemócrata o el panal. Por ello vale la pena comentarlos y reconocerlos como primer paso para irlos desechando, puesto que el hecho de esconderlos o no abordarlos no quiere decir que la ciudadanía no los perciba y no influyan en ésta para que nos retiren su apoyo o su voto.

El mal uso de los recursos económicos, por ejemplo, es uno de los vicios mas observados en nuestros institutos, puesto que para ningún ciudadano es un secreto que los partidos reciben fuertes partidas monetarias, de las cuales pocas veces se puede observar transparencia en su uso, es más, ya no pidamos que por ejemplo, los ciudadanos puedan tener acceso a conocer cómo gasta el partido los recursos que les asignan, ni siquiera un militante debidamente afiliado o registrado, puede tener acceso o el derecho a cuestionar y recibir información confiable y oportuna. Si a ello agregamos que los órganos de manejo y distribución de los recursos financieros o materiales son ocupados por familiares o incondicionales de los dirigentes, ello dificulta aún más su control y/o fiscalización.

Resulta incongruente observar que mientras los miembros del partido trabajan en oficinas o instalaciones deplorables y descuidadas, con todo tipo de carencias, o que por ejemplo, no tengan apoyo para comida o transporte los compañeros de los municipios mas alejados de la capital cuando vienen a una reunión o un congreso, los dirigentes partidarios se pasean en autos de lujo, o se gastan las grandes cantidades en comidas o viajes de fin de semana. Dónde está la congruencia de estos izquierdistas que en la práctica reflejan las mismas actitudes de los caciques priìstas o panistas.

Y ya que estamos encarrerados en esto, vale la pena mencionar otro error común en nuestros partidos, el referente a la violación sistemática de estatutos, principios y documentos básicos. De hecho cualquier ciudadano cuando determina integrarse a algún partido (digo los ciudadanos que militamos en la izquierda) el primer punto que revisa son estos documentos, puesto que estos representan la esencia, los compromisos y el comportamiento del partido y sus integrantes, así como las herramientas o estrategias que empleará para incidir y transformar la sociedad. Es sumamente irresponsable que los dirigentes ejecutivos menosprecien de manera sistemática el respeto a dichos lineamientos, cuando son los primeros en protestar cumplirlos y velar porque se cumplan.

El nepotismo, las actitudes autocráticas, el sentirse dueños del partido, el no rendir cuentas de los recursos, del trabajo efectuado y de los resultados logrados, son también una constante en muchos dirigentes de la izquierda. También el presumir o fanfarronear que los dirigentes nacionales son los padrinos de éstos y que ello les permite mangonear y burlarse de los militantes es igualmente criticable en cualquier dirigente. Los partidos de la izquierda y sus integrantes no debemos permitir estas prácticas. Cuánta falta les hace entender a muchos de nuestros representantes partidistas el NO ROBAR, NO MENTIR Y NO TRAICIONAR que norman la conducta del Presidente Legítimo de México.

Otra observación importante y que ha sido evidenciada y cuestionada de manera contundente, ahora que mencionamos al líder que seguimos en estos momentos millones de mexicanos, es la actitud oportunista de algunos dirigentes partidarios de renegar y criticar a nuestro Presidente Legítimo, Andrés Manuel López Obrador. Cuando escucho que al interior de los partidos de izquierda algún representante despotrica contra este líder nacional y sus seguidores, no puedo más que pensar en que existe una gran miopía y falta de juicio político al menospreciar a la figura nacional que ha dado muestras de honestidad, congruencia, talento y valentía, que vino a dar una esperanza a millones de mexicanos, que ha puesto el ejemplo en no robar, no mentir y no traicionar, que cuando se le antoja satura el Zócalo o cualquier plaza y que quiéramos o no sacó a la izquierda partidista de los pobres porcentajes de votación de 10 a 15 por ciento cuando mucho, que teníamos. Otro fenómeno que veo aquí es el oportunismo de renegar de él, pero eso sí cuando viene queremos sentarnos junto de él o sacarnos la foto para la prensa aunque el resto del tiempo no movamos un dedo por su lucha.

En los últimos años, meses y sobre todo en el proceso electoral del 2006 y después de éste, donde nos fue robada la Presidencia del país, muchos ciudadanos consientes nos acercamos a los partidos de la izquierda, los apoyamos, nos afiliamos y hemos estado participando en su interior. Hay que decirlo, que no somos pocos los que nos hemos encontrado con muchos vicios como los que se mencionan líneas arriba. No cabe duda que la lucha por la transformación profunda de nuestro país, inicia o pasa por limpiar la casa por dentro, por desechar a las alimañas incrustadas en los instrumentos partidistas, en reencauzar la lucha de los partidos de izquierda, en demostrarle a los ciudadanos que quienes aspiramos a dirigir los municipios, estados o la nación entera desde la izquierda somos ejemplo de rectitud, honestidad, constancia y las demás cualidades que debemos buscar tener como miembros de una izquierda mexicana que cuenta con los programas, las banderas y las alternativas que el país necesita.