LA PODEROSA BURGUESÍA RESISTE LAS LUCHAS DE LOS TRABAJADORES
Pedro Echeverría V.
1. Cuando he observado estas semanas las grandes batallas (rebosantes de entusiasmo y convicción) de los profesores de Morelos y de Guerrero, de Oaxaca y Michoacán, así como las del DF, Puebla y Zacatecas, todas teniendo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) como su instancia de organización, parecería que la burguesía gobernante tendrá que ceder. Pero cuando se contabiliza los meses de luchas y sacrificios de los trabajadores en las calles, en las plazas, en el brigadeo, sin que sus problemas y, con ellos los del pueblo, se resuelvan; cuando miramos que el gobierno le vale un carajo las batallas de los trabajadores y termina reprimiéndolos, uno piensa que si en los últimos 50 años los ha controlado todavía pasarán muchas décadas más para triunfar en nuestras luchas.
2. Decenas o centenares de miles de profesores han bloqueado carreteras durante horas, (¿se necesitará acaso que fuera por días o semanas?; han tomado instituciones educativas y gubernamentales; con el apoyo de los padres de familia han suspendido labores escolares; han realizado masivas y combativas marchas y, al mismo tiempo han estado siempre dispuestos a dialogar con las autoridades. Pero los problemas no se resuelven porque pareciera que el gobierno no oye ni ve. Parece importarle más hacer homenajes a su querido Mouriño que resolver las protestas magisteriales y los justos problemas que plantean, que mantienen al mismo tiempo a millones de niños sin clases. ¿Es que acaso tiene confianza la burguesía panista en que debe dejarse desgastar y cansar a los movimientos sociales para luego reprimirlos?
3. Pudimos observar las poderosísimas batallas de 1958/59 de los ferrocarrileros que en todo el país paralizaron los trenes durante horas y días sincronizados; la estudiantil de 1968 que llenó las principales avenidas y calles de la ciudad de México; la cardenista que en 1988 irrumpió contra el fraude electoral; la del levantamiento en Chiapas del EZLN en 1994 que sacudió al gobierno nacional; las batallas de la CNTE, así como las grandes luchas de los profesores y la APPO oaxaqueñas, así como las batallas del lópezobradorismo que se iniciaron contra su desafuero. Todas ellas contaron con poderosos apoyos de masas pero, con excepción de la del desafuero, todas (aunque permanezcan latentes) se reconozca o no, no lograron sus objetivos. En el camino quedaron othonistas, vallejistas, estudiantes, cardenistas, zapatistas, appistas.
4. ¿De cuántas décadas más estamos hablando para poner de pie a esta sociedad burguesa o capitalista (absolutamente desigualitaria) que está de cabeza? Lleva más de 500 de vida beneficiando a menos de 10 por ciento de los más ricos, dándole limosnas a una clase media acorde a sus designios, pero sometiendo a la totalidad de los productores rurales y urbanos de la riqueza. Pareciera que nunca desaparecerá esa enorme injusticia social porque luego de revoluciones y más revoluciones (francesa, rusa, mexicana, china) las cosas vuelven a su mismo nivel. ¿Cuántas revoluciones más, pacíficas, culturales, violentas, deben hacerse para que los productores directos de la riqueza puedan gozar de ella? Sin duda la esperanza y una especie de fe razonable persiste hasta la muerte, pero, ¿hasta cuándo?
5. Hace 50 años, cuando Fidel Castro estaba a punto de derrocar en Cuba al dictador Batista, cuando con ese ejemplo más de seis países de América Latina (Guatemala, Bolivia, Colombia, Venezuela, Perú y México) hicieron nacer guerrillas socialistas en el campo, al mismo tiempo que crecían las protestas antiimperialistas en todos los países, los jóvenes ilusos pensamos que era el momento de que las burguesías del mundo se desplomaran. Después de medio siglo al parecer la historia se repite: en muchos países los trabajadores luchan abiertamente contra sus burguesías y el imperialismo, pero pareciera que les falta fuerza o, de plano, les falta una dirección política convencida y dispuesta a “tomar por asalto el cielo”. No puede negarse que ha habido cambios, pero los explotados siguen tan miserables como antes.
6. La Burguesía, que nació hace más de 500 años (Italia, Países Bajos) del comercio y la acumulación de riquezas, hoy es mucho más poderosa porque domina en todos los campos: en la industria, el comercio, la banca, la agricultura, produce armas, mantiene ejércitos y saquea a los países que domina. Hasta mediados del siglo XIX estudiosos como Marx pensaban que esa burguesía se derrumbaría por sus irremediables contradicciones internas (competencia y eliminación de los menos poderosos) y por la lucha de los trabajadores, pero nada; se metamorfoseó para convertirse en imperialista y dominar a otros países pobres y débiles. ¿Cómo es posible que más de 150 países del mundo se sometan a un puñado de 7 u 8 naciones imperialistas que llevan dominando el universo más de tres siglos?
7. La burguesía mexicana (Slim, Azcárraga, ) como clase explotadora, sigue siendo muy poderosa. Aunque sólo la integren unas 30 mil familias, socias de bancos, grandes empresas nacionales e internacionales, ha contado siempre con el poder del Estado (gobierno, medios de información, escuelas, ejército, tribunales, etcétera). Los trabajadores del campo y la ciudad somos decenas de millones pero la inmensa mayoría ha sufrido la penetración de la ideología clerical y empresarial que consiste en “dejar las cosas como están” o en el individualismo competitivo que enfrenta a unos y otros. ¿Cómo es posible que menos de un 3 o 5 por ciento de la población (que no produce, que no trabaja, que explota y discrimina) someta al otro 95 por ciento de la población que con su trabajo hace posible la vida de todos?
8. Espero que pronto nos demos cuenta de que la clase gobernante está dejando morir los movimiento, espera que se debiliten para luego reprimirlos. ¿No será que la izquierda, al no llevar a fondo las luchas sociales ayuda a la misma burguesía a consolidarse? ¿Habrán valores entendidos (no escritos ni sabidos) para que a los radicalizados que quieren avanzar en serio se les califique de provocadores para echarles la represión? Lo cierto es que la burguesía, sea con el priísmo o con el panismo, sigue dominando la situación. Los movimientos se quedan a la mitad y nunca faltan argumentos para justificar y explicar las derrotas. Me resulta muy fácil entusiasmarme en medio de las movilizaciones, pero también reflexionar acerca de si hay avances, retrocesos o estancamientos. ¿Estaré muy jodido?