OPINIÓNEnrique Cabrera Barroso, político y universitario a 35 años de su asesinato* | |
El 20 de diciembre de 1972 fue asesinado Enrique Cabrera Barroso en la puerta de su casa. Un hecho que al igual que el de Joel Arriaga Navarro, hasta la fecha ha quedado impune. No obstante, no hay duda de que la ultraderecha asociada con el gobierno autoritario de Gonzalo Bautista O’ Farril fue la autora de estos hechos. Al no pertenecer a su generación, no tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en su trayectoria política y universitaria. Sólo cuento con algunas referencias de él, la mayoría contadas por sus contemporáneos. Pero aquí quiero referirme a una de esas referencias que para mí, y por el trabajo que desempeñé durante muchos años en la Universidad Autónoma de Puebla, quiero compartir con los lectores: En el año de 1982, cumpliendo con un compromiso celebrado con la Cooperativa Regional Tosepan Titataniske, en la Sierra Norte de Puebla, quienes laborábamos en el Departamento de Servicio Social y el de Difusión Cultural, organizamos una “jornada Médico–Cultural”; visitamos varias comunidades de influencia de la Cooperativa, entre otras, Reyes de Vallarta, las cabeceras municipales de Jonotla, Tuzamapan de Galeana y Zoquiapan pero, me llamó mucho la atención cuando llegamos a la junta auxiliar de Tetelilla de Islas, perteneciente al municipio de Tuzamapan; en aquel lugar, después de realizar diversas actividades y ante el calor que era abrumador, decidimos, algunos integrantes de la brigada, tomar un refresco; llegamos a una tienda aledaña a la Plaza Principal de Tetelilla y cuando pedimos nuestro refresco y nos identificamos como universitarios, el propietario nos preguntó qué sabíamos de la historia de Enrique Cabrera quien había sido asesinado y que él lo había considerado como su amigo y tocayo por tener similar apellido; le dijimos que sólo teníamos algunas referencias de él y, entonces, con toda la confianza, nos comenzó a comentar lo que este universitario había hecho como labor social en aquella población: nos refirió que, en el año de 1972, con motivo de la epidemia de encefalitis equina que había estado afectando no solo a los equinos sino a los habitantes de aquella región, llegó junto con varios brigadistas de la universidad para apoyar a la población afectada, y fue entonces, cuando surgió la idea de que la universidad pudiera apoyar a través de sus brigadistas de servicio social de la Escuela de Ingeniería Civil con un proyecto que permitiera la construcción del camino y el puente sobre el río Zempoala que comunicaría a la población de Tetelilla, con el municipio de Huehuetla. Enrique Cabrera, con entusiasmo, hizo lo pertinente, convocó al ingeniero topógrafo Nicolás Reyes Alegre (entonces profesor de la escuela de ingeniería civil de la UAP) para que, junto con estudiantes en servicio social de la Escuela de Ingeniería, participaran en los estudios para la ubicación de ese camino y puente que, desde el punto de vista económico y estratégico, significaba la posibilidad de un desarrollo regional muy importante. Sería largo enumerar todo lo que sucedió durante todo este corto proceso de trabajo, pero sí es importante decir que, con todos los antecedentes políticos que tenía, generó enojo no solo entre los caciques locales sino también en el gobierno del estado, al grado de que se llegó a decir a la población que él estaba creando un “centro de entrenamiento” que propició el incremento de la vigilancia policiaca en la comunidad. Estas circunstancias propiciaron que, en un tramo de carretera cercano al entronque de la carretera de Zacapoaxtla hacia Zaragoza, fueran retenidas las unidades en las que circulaban los prestadores de servicio social por fuerzas policíacas que además de amedrentarlos, colocaron azúcar en los tanques de gasolina para inutilizarlos. Poco faltaba para que asesinaran a Enrique Cabrera Barroso. Enrique Cabrera, fue designado jefe del departamento de Extensión Universitaria y Servicio Social a partir del 1 de febrero de 1972, durante su cargo desarrolló varias actividades, entre las más destacadas fueron el trabajo descrito anteriormente, que incluyó algo que es importante resaltar, la creación del primer centro multidisciplinario de servicio social en la Sierra Norte de Puebla, su ubicación fue precisamente en Tetelilla, y narra la gente que fue, en dos cuartos que improvisó la comunidad donde, por primera vez, se atendió un parto por médicos en servicio social de la Universidad Autónoma de Puebla. Puede ser que estos datos sean irrelevantes para quien no conoce la historia del servicio social en nuestra universidad, no obstante, ese hecho, no registrado, no escrito ni documentado, fue fundamental para que el químico Sergio Flores Suárez rector de la institución en aquellos años, tomara la decisión de crear Centros de Extensión Universitaria en otros lugares como la Colonia Popular Emiliano Zapata, Acajete, y de manera, particular, El Tenexate. En este último lugar, se creó el primer laboratorio social de la universidad, con una extensión de más de 500 metros cuadrados, donde no solamente la universidad aportó sino que la comunidad contribuyó para que fuera posible esa obra; hoy, como desde hace muchos años, lamentablemente olvidada. Su nombre es Laboratorio Social “Enrique Cabrera Barroso”. En los años siguientes, hasta 1986, se continuó con muchas dificultades esta propuesta que permitió la creación de más de 20 centros similares hasta que, por decisiones administrativas, se canceló el proyecto. Sirva esta modesta nota para rendir un homenaje a un político y universitario que murió por sus convicciones y por el aporte que en tan pocos meses en el cargo que ocupó, hizo al cumplimiento de la responsabilidad social de la Universidad Autónoma de Puebla. *Este escrito está elaborado con base en testimonios de algunos pobladores de la comunidad de Tetelilla que tuvieron la oportunidad de convivir y conocer a Enrique Cabrera Barroso en el año de 1972. |