Detona la STPS ira de manifestantes con una manta colocada para recibirlos
Grupos sociales, campesinos y mineros exigen la destitución de Javier Lozano
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) recibió ayer con una enorme manta a los agremiados del sindicato minero, quienes realizaron un mitin frente a la dependencia, en la cual les advertía: “En esta secretaría no se tramitan asuntos penales”, lo cual calentó los ánimos e indignó a los integrantes de organizaciones obreras, quienes acusaron a Javier Lozano, titular de la dependencia, de ser “el gran esquirol” del país, por romper huelgas, y pidieron su renuncia.
Miembros de organizaciones sindicales independientes, campesinas y sociales, y más de 2 mil trabajadores, acompañaron a los mineros en la protesta, frente a la sede de la STPS, ubicada en Periférico sur, donde Juan Luis Zúñiga, primer vocal del consejo de vigilancia de la organización, dijo que “le quedó grande el encargo” a Lozano, y el secretario de asuntos políticos, Carlos Pavón, expresó que “el mismo cochinero que se hizo para querer desconocer la huelga de Cananea se quiere aplicar en Taxco, Guerrero”.
En tanto, Agustín Rodríguez, líder del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, sentenció que la manta colocada era una provocación, una acción “muy baja” cometida por quienes tienen la obligación de defender al sector laboral.
La manta de la discordia, que medía aproximadamente 20 metros de ancho por 15 de largo, fue colocada sobre una gran estructura de tubos, pero aun cuando se encontraba atrás de la puerta principal de la dependencia, fue derribada por los trabajadores, lo cual provocó gran estrépito. Los manifestantes lanzaron piedras a la manta, y varias se estrellaron contra algunos automóviles, por lo cual la dependencia anunció que presentará denuncias penales contra el sindicato.
Allí tomaron la palabra trabajadores de la sección 65 de Cananea, Sonora, quienes dijeron a Lozano que no son criminales, que son gente productiva que desea trabajar, por lo que no tiene por qué mandar a la fuerza pública, sino a inspectores que verifiquen las condiciones de la mina. Y sentenciaron: “si quieren hacer de Cananea un bastión de rebeldía, lo van a lograr porque el contrato colectivo no nos lo van a quitar”.
Dirigentes de los sindicatos Mexicano de Electricistas (SME) y Único de la Industria Nuclear, así como de la Alianza de Tranviarios, la Coordinadora de Sindicatos Universitarios y de Educación Superior, la Coordinadora Plan de Ayala, El Barzón Popular, el Frente Sindical Mexicano y la Unión Nacional de Trabajadores, entre otros, repudiaron la política laboral del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, y advirtieron que “no pasará” la reforma laboral.
Martín Esparza, líder del SME, planteó que el movimiento de descontento social apenas comienza, y dijo que “es inaceptable que la STPS defienda a los poderosos dueños de las minas y friegue a los trabajadores. Es indignante –continuó– que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje falle siempre contra los intereses de la clase obrera”. Puntualizó: “se equivoca este gobierno panista si cree que los trabajadores van a renunciar a sus derechos y van a dejar que imponga sus reformas laboral y energética”.
José Narro Céspedes, de la Coordinadora Plan de Ayala, expresó que este gobierno, como el de Vicente Fox, es de “oídos sordos”, por lo que llevarán a cabo movilizaciones, como la marcha del próximo día 31, en la cual llegarán caravanas de campesinos de todo el país, y advirtió que contra este gobierno proempresarial “se avecina una lucha larga”.
A su vez, Carlos Pavón planteó que el sindicato minero reta a Lozano a ir a Cananea, para que verifique la situación de inseguridad en que se trabaja. Respecto de la manta, declaró: “la secretaría no sólo no trata asuntos penales, sino tampoco laborales, porque no hace nada para solucionar conflictos como el minero. Antes los alienta”.
Finalmente, Gregorio Alarcón, líder de los comerciantes en pequeño, sostuvo que “en este gobierno mandan las empresas, los concamines y concabrones”. La Alianza de Tranviarios planteó que “el proyecto neoliberal a todos nos chinga”.