20 de enero de 2008

TRABAJADORES EN LUCHA QUE REQUIEREN APOYO:


Están en huelga desde octubre de 2007; en riesgo al menos 380 trabajadores

Piden obreros evitar cierre de armadora en Tultepec

Silvia Chávez González (Corresponsal)

Tultepec, Méx., 19 de enero. Trabajadores sindicalizados de Euricar Securiver de México, una de las principales armadoras del país que está el riesgo de cerrar debido a sus pasivos y los intereses que se generan, solicitaron que las autoridades federales o estatales entren al rescate de la empresa para garantizar su fuente de empleo.

Enrique Flores Flores y Erika Moreno Ortega, secretarios de Trabajo y de Actas, respectivamente, del Sindicato Belisario Domínguez de la Industria Automotriz y Conexos de la Confederación de Trabajadores de México, recordaron que el 16 de octubre los trabajadores iniciaron una huelga que tenía como punto central reclamar el pago de más de 5 millones de pesos por salarios y fondo de ahorro. La deuda, desde entonces, se ha elevado a más de 15 millones.

Pidieron la intervención de las secretarías del Trabajo y de Desarrollo Económico, federal y estatal, respectivamente, con el propósito de refinanciar la ensambladora y evitar su cierre. Esta solicitud está respaldada por al menos 381 obreros, dijeron.

Enrique Flores explicó que por más de 30 años Euricar ocupó un importante mercado de ensamble de vehículos de pasajeros, principalmente, que le permitieron retener contratos de armadoras nacionales e internacionales.

Sin embargo, una mala administración de recursos y personal llevó a una drástica caída de las unidades de producción. Hasta hace siete años la empresa manufacturaba a diario entre 10 y 12 unidades.

Desde su fundación, hace 37 años, Euricar se colocó en el mercado como una de las principales empresas de ensamble y acabados de carrocerías. La empresa ingresaba chasis de camiones de pasajeros, principalmente, a los cuales ensamblaba cabinas, carrocerías y les hacía los acabados.

Electricistas, torneros, hojalateros, pintores, mecánicos, y especialistas en la manipulación de metales y fibras de vidrio, plásticos, entre otros, desde octubre hacen guardias en los tres predios de la empresa, que suman más de seis hectáreas.

Banderas rojinegras y una caja de cristal que simula un ataúd, con la defensa de un camión dentro, acompañan a los trabajadores en sus guardias.

“¿Por qué no existe apoyo de los gobiernos si dicen que lo fundamental es proteger los empleos?”, se pregunta Hugo Romero Hernández, quien desde hace 35 años se dedicaba a “doblar laminados y metales”. Padre de cinco hijos, y con más de 55 años, confía en que la maquiladora reabra sus puertas.

Más de 35 por ciento de los trabajadores son mayores de 40 años y, como Romero, se muestran preocupados por que dicen no serán contratados en otras compañías y menos con los salarios y prestaciones de ley que tenían en Euricar.